En
estos tiempos que corren, en los que se han recortado tantos derechos
a los trabajadores y los que conservan su trabajo están tan
asustados, se echa de menos que de vez en cuando aparezca alguna
noticia en la que se dé cuenta de que la Inspección de Trabajo ha
multado a tal o cual empresa.
Me
ha llegado la noticia, y yo me la creo, de que hay empresarios que
sólo ofrecen un contrato de media jornada, para pagar menos a la
Seguridad Social, y el resto lo pagan en negro. Esto es ilegal,
obviamente. ¿Pero cómo puede defenderse el trabajador?
La
oligarquía española, de la que vienen formando parte todos los
gobiernos españoles desde los tiempos de Maricastaña, no parece
tener ningún interés en que los trabajadores puedan considerarse
personas con derechos, sino que más bien trata de instalar en ellos
la idea de que las cosas no pueden ser de otro modo.
Se
dice que la Inspección de Trabajo suele avisar con antelación de
que va a visitar un centro, de modo que de ser así da tiempo a que
se preparen las cosas para que parezca que todo está en orden.
Cierto
personaje, que ha sido ministro de Trabajo, dijo: hice todo lo que
pude. De todo lo que pudo a todo lo que debió hacer hay un trecho
muy largo. Si ese personaje fuera socialista todavía escocería más.
Quien hizo lo que debía fue Manuel Pimentel, que dimitió por no
estar de acuerdo con la política del gobierno del que formaba parte.
Se
le pidió al gobierno de Zapatero que hiciese una ley contra el acoso
laboral en el trabajo que fuese útil para los acosados y la
respuesta fue que no era el momento, puesto que había que crear
empleo. O sea que para crear empleo hay que dejar correr a la
injusticia. La de las oligarquías, por supuesto.
1 comentario:
La situación que atravesamos es propicia para el aumento de la economía sumergida y la explotación de los trabajadores.
Es posible que fuera necesario un aumento de inspectores de hacienda y trabajo.
Un saludo.
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