El
ministro de Guindos, a quien Cristina Fernández llama el pelado, ha
pedido a los altos directivos de las empresas que se bajen el sueldo.
No
cabe duda de que hay planos diferentes en la vida. A la mayoría se
le rebaja el sueldo, o las ganancias o beneficios, por decreto. A
esta minoría se le pide por favor que se lo baje. Falta por saber
cuántos le hacen caso.
Luego
se quejan de que se les llame oligarcas. Está toda España en un ay,
pero ellos, los componentes de los consejos de administración y los
altos directivos, se han subido los sueldos. Y tampoco se han
conformado con aumentarse los sueldos en la proporción que ha subido
el IPC, sino que lo han doblado con creces. Hay que comprender a los
oligarcas, su naturaleza no les permite solidarizarse con el prójimo,
sino tan sólo pensar en sí mismos. Por ello, a pesar de que ya lo
tienen todo, puesto que han quitado los derechos a los trabajadores y
se les ha hecho creer que “hemos vivido por encima de nuestras
posibilidades”, no pueden fijarse en nada más que en que no llegan
a final de mes. Total, los sacrificios son para los pobres, ellos no
tienen el porqué hacerlos, puesto que no están acostumbrados.
Lo
de los bancos es otra historia parecida. Los pobres avalan a los
bancos para que la UE acceda a dejarles el dinero que necesitan.
Lógicamente, los bancos están muy agradecidos, por lo cual aumentan
las comisiones y quizá inventan comisiones nuevas. Eso les permite,
a sus consejos de administración y altos directivos por un lado,
cobrar lo que necesitan para vivir “dignamente” y por el otro
procurarse los medios para pagar el préstamo recibido.
Es
decir, la vida para los oligarcas es muy complicada. Ellos no son
capaces de solidarizarse con nadie, pero sí que necesitan la
solidaridad de los demás. Aunque luego lo llamen de otro modo.
1 comentario:
Paso por aqui.
Buen post
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