Este
economista español que responde al nombre de Santiago Niño Becerra
tiene otras aficiones, aparte de las de vaticinar catástrofes. Por
ejemplo, en los próximos días participará de forma activa en un
congreso de ufología.
Pero
creo que su fama le sobrevino porque acertó al predecir una
catástrofe. Pero es que no para de vaticinar catástrofes y España
es una nación que al estar dominada, a lo largo de los siglos, por
las oligarquías, sufre una catástrofe tras otra, de modo que alguna
vez tenían que coincidir catástrofe y vaticinio.
Un
detalle se le ha escapado a este ufólogo y economista y es que
dentro de las oligarquías españolas hay una singularidad y es el
grupo de los oligarcas catalanes, cuyo número oscila entre los 300 y
400 componentes. Estos oligarcas son los más listos de todos los
oligarcas, puesto que los de toda España están mal vistos y ellos
han conseguido que un gran número de catalanes pierda dinero por
ellos, pierda salud por ellos y luche por ellos, o sea, por sus
intereses.
Van
al fútbol, habiendo pagado la entrada y hacen lo que tienen
ordenado, sin darse cuenta de que por culpa de ese gesto pueden irse
muchos al paro, porque la gente puede cansarse de comprar productos
catalanes o guardar sus ahorros en bancos catalanes.
Lo
que no dice Santiago Niño Becerra, cuando afirma que el problema de
Cataluña con España es exclusivamente económico, es que el
desbarajuste autonómico español se produjo precisamente por querer
dar gusto a los nacionalistas, a los que además se les dio un poder
excesivo y, por tanto, injusto. El sistema autonómico debió hacerse
mejor, pero si hubiera estado todo estatuido y reglamentado con
arreglo a criterios justos los nacionalistas no hubieran podido
chantajear constantemente al resto de españoles.
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