Ha
dicho Serrat que las aspiraciones soberanistas [sic] de Cataluña
surgieron hace más de mil años. Yo no lo recuerdo. No había nacido
aún.
Las
declaraciones de Serrat las ha publicado La Vanguardia y han sido
hechas en México. La Vanguardia, quién te ha visto y quién te ve.
Yo ya no lo compro.
Reconozco
que me gustan las canciones de Serrat. Incluso me he emocionado más
de una vez escuchándolas. Pero que me gusten sus canciones no
significa que tenga que aplaudir todo lo que diga o haga. De hecho,
no suelo estar de acuerdo con la mayor parte de las cosas que me
entero que hace cuando no está cantando. Pero no pasa nada. Me
ocurre lo mismo con escritores, pintores, arquitectos, o artesanos.
Emilio Romero le dijo a Paco Umbral que escribía muy bien, pero
discurría muy mal. A mí no me gustaba cómo discurría ninguno de
los dos, pero creo que Paco Umbral escribía mejor.
Algunos
pensadores sostienen que España no existía en la época visigoda,
puesto que los españoles no tenían conciencia de serlo. Tras la
independencia de Estados Unidos muchos estadounidenses tampoco sabían
que lo eran. Después de los visigodos vino otra cosa, y luego otra.
Y ahora ha regresado el hambre. Quizá Serrat haya saciado su hambre
cantando una canción al hambre. No lo sé.
Sé
de un botarate que no para de hacer cosas mal y no se le puede decir
porque se cree perfecto y no soporta que se le lleve la contraria.
Ese no es el caso de Serrat, que es de los que no se chupan el dedo.
Tengo para mí que es devoto, pero no de la Moreneta, como
cualquiera podría pensar, sino de la Virgen del Puño. Siempre que
habla gana algo, no sé qué, pero gana. Y nunca pierde porque sus
fans se lo perdonan todo. Yo no era fan suyo, pero voy a hacerme. Ya
no se trata únicamente de que me emociona cuando canta, sino que
también me hace reír cuando habla.
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