domingo, 4 de noviembre de 2012

Es fácil criticar a Botella

Que si está medio vacía, que si está medio llena, que si finalmente no hay nada dentro, o que si se arma un lío con las peras y las manzanas.
La pregunta correcta sería, ¿cómo es posible que Botella haya llegado hasta el lugar en el que está? No es el primer caso, ni el segundo, ni el tercero, etc., en el que se da un caso similar. Es más, abundan los ineptos que se han encaramado en los cargos de alta responsabilidad. No estoy llamando inepta a Botella, tampoco negando que lo sea. Sólo digo que no le encuentro, a la luz de sus actuaciones anteriores, no se le vislumbra suficiente capacidad para un cargo tan importante.
Ha habido cuatro muertes en una macrofiesta en Madrid y ya tenemos otra intriga más. ¿Cómo es posible que haya gente que pague por ir a un sitio en el que no cabe?
Es el sistema lo que falla por todas partes. Nos cuelan, a los contribuyentes, enchufados por todas partes. El sistema político español está lleno de enchufados y los contribuyentes corremos con los gastos.
Puesto que nunca hemos tenido un sistema democrático, los españoles estamos a merced de líderes visionarios, como se ha demostrado en algún sitio, o de claramente manirrotos e incompetentes.
Tampoco en el campo educativo brillamos a un bien nivel, más bien puede decirse que este sector lo tenemos abandonado, y eso en el mejor de los casos; porque en el peor se les adoctrina y se les aborrega. Parece ser que esto último les complace a nuestros líderes políticos, más ávidos de gente que les aplauda, que de ciudadanos responsables.
La responsabilidad ha fallado en el caso de la trágica macrofiesta. ¿Cómo es que nadie percibió el evidente peligro que representaba desde que se planificó hasta que ocurrieron las tragedias? Se habla de depurar responsabilidades y todavía no ha dimitido nadie. 

 

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