viernes, 16 de noviembre de 2012

Mas dice que se va a querellar

El ya popularmente conocido como el Moisés catalán, Artur Mas, dice que se va a querellar con el diario El Mundo.
Cuando lo del tres por ciento, la amenaza fue otra y Maragall se achantó. Miró al soslayo, fuese y no hubo nada.
Esta vez no parece que El Mundo vaya a sacar mañana un titular diciendo que retira la noticia que ha publicado. Más bien, da la impresión de que El Mundo, o alguno de sus columnistas, se toma en broma la amenaza. Por su parte, el ministro de la cosa, ha ordenado una investigación interna, para que no se crean que ha sido él quien le ha pasado la información al periódico.
En España, todo el mundo hace como que hace mientras el dinero desaparece de verdad. Puede afirmarse ya, con un margen de error muy pequeño, que el dinero no va a aparecer. La experiencia lo dice así.
Jordi Pujol aconsejó en octubre de 2009 que no se investigue la corrupción de los partidos políticos, “porque nos podemos hacer mucho daño”. No se hizo mucho daño él con la Banca Catalana, asunto mediante el cual vino a demostrar que sarna con gusto no pica. No a él, sino a los accionistas, que lo perdieron todo y, no obstante, aplaudieron.
Viene a ocurrir algo igual ahora. Algunos se han quejado de que surja esta noticia precisamente en estos momentos. Lo que importa para ellos no es la gravedad de la cuestión.
Para un ciudadano normal, no infantilizado por la casta política e inclasificable dentro de las sectas, lo que clama al cielo es que la justicia no sea independiente.
Si los jueces fueran independientes y tuvieran medios cabe aventurar, también con un margen de error muy pequeño, que en las cárceles habría más de un político. Quizá sea por eso que los políticos quieran tener sometidos a los jueces.

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