viernes, 2 de noviembre de 2012

Los sindicatos convocan la huelga general

Vivimos en un país, que todavía se llama España, nombre que odian quienes son capaces de odiar, en el que el partido en el poder, el PP, no da ningún paso para efectuar las reformas que el Sistema, evidentemente caduco necesita.
Y si no da ningún paso sólo puede deberse a que desea disfrutar de las mieles del poder, o sea, dar cargos y prebendas a todos los familiares y amigos que pueda, durante todo el tiempo que pueda.
Por su parte, al principal partido de la oposición, el PSOE, no se vislumbra ningún deseo de que salgamos de la crisis. Quizá porque como se empiece a crear empleo bajo el gobierno de Rajoy, aunque sea precario y esclavizante, le espera mucho tiempo en la oposición. El egoísmo, tan propio de las oligarquías, está muy presente en las alturas políticas del país.
De los más pudientes se sabe que acaparan al menos las tres cuartas partes del fraude fiscal y que han sacado mucho dinero de España, a pesar de que el Rey, con el que tanto les gustaba fotografiarse, les pidió que arrimaran el hombro. Probablemente, interpretaron esta petición de Su Majestad como prueba de que la cosa está realmente mal y se llevaron el dinero. No se puede esperar nada de ellos. Además, están aprovechando la crisis para arramblar con todos los derechos de los trabajadores.
De los sindicatos no se puede decir nada mejor. Apenas tienen afiliados y viven de las cuantiosas subvenciones, a veces arbitrarias, que se les dan. ¿Con qué autoridad moral pueden convocar una huelga contra el Poder quienes viven de las subvenciones de ese mismo Poder?
¿Qué hacían los sindicatos cuando se estaba hinchando la burbuja? Pues hincharse ellos también, aprovechar el momento, como hacían todos los que podían. La tal huelga servirá para dos cosas: para que los sindicatos demuestren el poder que tienen, aunque no autoridad moral, y para que las cosas empeoren más.
 

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