lunes, 11 de marzo de 2013

Aniversario del 11-M

Hoy se cumplen nueve años de un atentado brutal, que ya nadie discute que además del daño que hizo tuvo repercusiones en la política española.
No me atrevo a decir que esto último es lo que buscaban, porque ni lo sé ni me importa. Lo que sí que sé es que hay gente que disfruta haciendo el mal, que sabe encontrar excusas para hacerlo, y que la legislación española me parece muy suave con ella. Tanto que el sector etarra y proetarra nos chulea.
Lo que sucedió tras el atentado fue bochornoso. Los partidos políticos españoles reaccionaron en clave electoral. Habría que centrarse en los dos principales, uno mintiendo y el otro aprovechando la coyuntura en su beneficio. Se nota que luchan por el poder. Si tuvieran intención de servir a los ciudadanos hubieran actuado de otro modo.
Que hay terroristas desalmados por el mundo es algo que se sabe. Que nuestra clase política se comporte del modo en que lo hizo fue altamente decepcionante. Que nuestra clase política contemporice con el mundo terrorista por cálculo electoral quizá sea la peor de las corrupciones.
No es casual que estemos en crisis, ni que la crisis española sea más grave que la de los países de su entorno. La democracia española deja mucho que desear, tanto que llamarla democracia resulta muy optimista.
Algunos de los políticos españoles no encajaron bien la derrota; otros, tampoco su victoria. Demostraron así que desconocen la esencia de la democracia. La gente vota a quien quiere, y el hecho de que gane uno u otro no significa que un programa, o una candidatura, sea mejor o peor. Sólo refleja el deseo de los votantes, que se mueve en un sentido o en otro por motivos diversos. En este caso concreto podía elegir entre dos males. Pero también podía haberse quedado todo el mundo en casa. O votar al único partido que lucha contra el terrorismo.

No hay comentarios: