miércoles, 20 de marzo de 2013

Los españoles no reclaman

Los oligarcas políticos y financieros españoles, ahora llamados, acertadamente, clases extractivas, están satisfechos y tranquilos. Saben que lo tienen todo bajo control.
Los españoles no son tontos, motivo por el cual no reclaman, puesto que saben que las posibilidades de que la reclamación prospere son escasas. Los españoles reniegan, se enfadan, refunfuñan, se acaloran, porque sufren muchos abusos. El sistema está montado de este modo, los que han logrado trepar hasta la parte superior hacen lo que quieren y los demás miran y maldicen.
Descansan tranquilos además porque han logrado infantilizar a los votantes. Ellos lo llaman fidelizar. El caso es que los partidos políticos saben que hagan lo que hagan tienen todos una masa de votantes ciega. Eso es un buen colchón para ellos y para los oligarcas financieros.
Es significativo que después de que el contratante de una hipoteca haya pagado al tasador, al banco, al notario, al registrador de la propiedad, a la gestoría, al ayuntamiento, al ministerio de Hacienda, ha tenido que ser el tribunal de la UE quien dictamine que los consumidores españoles están desprotegidos.
Los gobernantes españoles que firmaron los acuerdos con la UE ni siquiera se molestaron en mirar si entraban en contradicción con las leyes españoles. Total, ¿para qué?, si tienen a los ciudadanos a su merced.
El sistema español está hecho para que los bancarios, notarios, gestores, más sumisos obtengan más beneficios y los que pretendan manifestar sus reservas morales se queden sin clientes.
La solución para que estas cosas fueran un poco más decentes consistiría en cambiar el sistema, pero ocurre que tienen la posibilidad de cambiarlo son los menos interesados en hacerlo, puesto que a ellos les va bien. Y mientras haya gente que les vote se sentirán seguros en sus poltronas y seguirán exprimiendo a los contribuyentes.

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