Me
parece bien que se critique a Rajoy, puesto que yo mismo lo hago a
menudo. Pero si quien critica a Rajoy luego alaba a Chávez, el valor
de su crítica pierde mucho. Ya se ve que es sectaria y, por tanto,
no tiene que ver con el hecho de que Rajoy haga las cosas bien o mal;
simplemente, es el enemigo.
Se
ha dicho que los venezolanos están mejor ahora que antes de Chávez,
y no se sabe si quién lo ha dicho a continuación se ha ido a
descansar satisfecho. ¿Cómo van a estar mejor ahora si Chávez ha
sembrado el odio entre ellos? Incitar al odio es una de las formas
más eficaces de recolectar votos, como bien saben muchos, entre
ellos bastantes de los españoles. Por cierto, los políticos que
incitan al odio para recaudar votos suelen tener mucha afición al
lujo y a la buena vida. Si se ensucian las manos, no ha de ser para
nada.
Durante
el mandato de Chávez el precio del petróleo experimentó una gran
subida y todo ese dinero extra que podría haber servido para mejorar
la economía y el nivel de vida de Venezuela fue empleado para
sembrar el mal en otras partes, para inmiscuirse en la vida política
de otros países, siempre en apoyo de políticos demagogos y con
vocación dictatorial.
Ocurre
que este sujeto ahora fallecido se sirvió de la democracia para
trepar hasta la presidencia de su país, pero nunca tuvo ni un ápice
de demócrata. Se colgó la etiqueta de izquierdas, como podría
haberse colgado cualquier otra. Al postularse como izquierdista y
poner uno de los focos de su odio en lo que él llamaba el Imperio,
consiguió que mucha gente mirase hacia otra parte cuando perpetraba
sus incesantes fechorías.
Es
curioso que fuera a Cuba a tratarse el cáncer, cuando en Venezuela
podría haber sido tratado exactamente igual. Cuando los médicos
cubanos vieron que la situación era irreversible no quisieron que se
les muriera en Cuba y lo devolvieron a Venezuela.
Esperemos
que este hermoso país encuentre su camino y que entre los
venezolanos logre reinar la concordia.
'Los malos del cuento'
'Tu hijo puede ser un genio de las mates'
'Gloria mía'
'Televisores cuadrados, ideas redondas'
'Me salvo una lágrima'
'Con la cal en los dedos'
'El Camino y otros pasos'
'Los penúltimos días'
'Tu hijo puede ser un genio de las mates'
'Gloria mía'
'Televisores cuadrados, ideas redondas'
'Me salvo una lágrima'
'Con la cal en los dedos'
'El Camino y otros pasos'
'Los penúltimos días'
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