martes, 21 de enero de 2014

Cacicada contra tres diputados del PSC

La dirección del PSC ha remitido a la comisión de garantías estatutarias del partido el informe con la actuación de tres diputados, que se resume en que no votaron lo que tenían ordenado.
Eso es una cacicada, por cuanto el artículo 67.2 de la Constitución española dice lo siguiente: Los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo.
El mandato imperativo es totalmente antidemocrático, por otra parte. No es tan sólo que lo prohíba la Constitución.
No obstante, esos tres diputados sí que se merecen que les abran un expediente, pero no por el motivo por el que se les abre, sino por traicionar el credo socialista. El socialismo y el nacionalismo son claramente incompatibles. Mientras el socialismo tiene vocación universal y pretende defender los intereses de los trabajadores, el nacionalismo es local y empequeñecedor y mira por las conveniencias de las oligarquías. Lo que que debería hacer el partido socialista es invitar a los conocidos como 'los tres díscolos' a inscribirse en un partido nacionalista, si esa es la opción que creen correcta.
Por otra parte, merece la pena recordar que esa propuesta del Parlamento catalán carece de sentido, es desleal con el resto de España y totalmente insolidaria con los más desfavorecidos.
Hay gente, y no poca, que lo está pasando muy mal. La calidad de una nación se mide por el modo en que trata a los más necesitados. Todos los políticos españoles deberían tener como prioridad a estas personas, con el fin de mejorar en lo posible su situación. En el caso de Cataluña parece mentira que se dediquen esfuerzos y grandes sumas de dinero a asuntos banales y se descuide a los menesterosos. Los oligarcas, por definición, nunca son solidarios. Que los socialistas tampoco lo sean viene a resultar lo mismo que si alguien se quitara la careta.

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