sábado, 25 de enero de 2014

Animales que escriben

Hay animales que han aprendido a escribir y lo hacen en algunos medios, en los que esparcen su 'doctrina', que viene a ser como una suerte de buenismo más bien espantosa.
Consiste en revestir con sentimientos aparentemente nobles y decentes, otros que proceden de la envidia, el resentimiento, el odio u otros similares. Pretenden hacer pasar por justo y deseable aquello que espanta a los espíritus más generosos y dispuestos a la concordia. Es como vestir a la mona de seda.
Son capaces de alegrarse, incluso dando saltos, si a los herederos de Batasuna se les permite concurrir a las elecciones y celebran y comprenden que haya curas que salgan en manifestación a favor de los presos etarras, pasando por alto las fechorías que han cometido y sin hacer mención a los más de trescientos crímenes que a día de hoy siguen impunes.
Si la impunidad fuera una diosa, sería la que más adeptos tendría de todas. Los etarras, sus adeptos, quienes les ayudan de tapadillo y quienes colaboran del modo más vergonzoso, que es el de la equidistancia, o el de mirar hacia otro lado, creen en la impunidad.
Los que creen en la impunidad son malas personas.
A estos animales Covite les debe de parecer de extrema derecha, o quizá se refieran a sus componentes con apelativos cariñosos, tales como facha, fascista, o similares. Porque una de las cosas que más les gusta es encerrar en la caverna a quienes no comulgan con ruedas de molino, o no saben apreciar la seda que le ponen a la mona.
Covite ha publicado el Mapa del Terror y eso a los animales les debe de sentar mal. Acaso ellos piensen que estos 'fachas', o 'fascistas', o como les quieran llamar, tratan de boicotear lo que ha dado en llamarse 'Proceso de Paz'.
A un demócrata le da lo mismo lo que piensen los animales. A un demócrata lo que le interesa es el cumplimiento de la ley.
Por cierto, el concepto 'animales capaces de aprender' es de Aldous Huxley.

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