viernes, 31 de enero de 2014

Abogan por privatizar la sanidad

Hay un país en Europa, y creo que es Holanda, en el que la sanidad privada funciona muy bien. Si ese sistema se implantara en España, tal y como está establecido allí, no cabe duda de que la sanidad española ahorraría mucho. Por otro lado, el modo en que se está privatizando en España creo que es totalmente nocivo.
Ahora bien, entre la sanidad pública y la privada, prefiero la pública, por la sencilla razón de que el fin último de una empresa privada es ganar dinero y el de la pública es curar al paciente. Supongo que los enfermos de larga duración con tratamientos caros se sienten infinitamente más cómodos en la sanidad pública que en la privada.
En España sobran las irresponsabilidades y el gusto por colocar y promocionar a los parientes a amigos. Probablemente, estas cosas encarecen y entorpecen el funcionamiento de la sanidad.
Otra de las torpezas consistió en transferir la sanidad a las Comunidades Autónomas. La fórmula por la que se establece el reparto de fondos para un año, no sirve para los siguientes. Tampoco hay una fórmula perfecta que satisfaga a todos. Para lo único que sirve esta transferencia es para que los políticos de cada Comunidad puedan colocar a los suyos, hacer compras de las que quizá se derivan comisiones, y para que los nacionalistas tengan un instrumento más para presionar. No se sabe qué tiene que ver la lengua con la sanidad, pero los nacionalistas encuentran el motivo. Algunos no se dejan operar si el cirujano no les habla en eusquera o catalán, pero eso es si se trata de un quiste en la espalda. Si la intervención quirúrgica es urgente, la chulería y la boberïa quedan en segundo plano.
Sería conveniente que los partidos responsables, que quieren lo mejor para todos, hicieran un pacto de Estado, recuperasen las competencias y se conjurasen para conseguir que la sanidad española fuera tan eficiente como cualquier sanidad privada. Se puede conseguir.

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