lunes, 20 de enero de 2014

Error del papa

Me refiero, lógicamente, al nombramiento del nuevo cardenal español, Fernando Sebastián. ¿Cómo puede hacer cardenal a alguien que afirma que «la homosexualidad es una manera deficiente de manifestar la homosexualidad»?
La homofobia debería estar castigada por la ley y, en cambio, los homófobos estarán contentos.
Añade que él no se enfada si le dicen que es hipertenso, con lo cual demuestra la escasa sensibilidad que tiene y lo poco que le importa el sufrimiento innecesario e injusto que ha padecido una buena parte de la humanidad a causa de modos de pensar como el suyo.
Los disparates de este señor no terminan ahí, agrega a su 'pensamiento' que «muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado», pero no da a conocer ninguna prueba sobre el caso, ni explica si estas personas quieren ser 'recuperadas' y 'normalizadas'. No parece que se lo haya preguntado tampoco, no da señal de que le importe la opinión de los homosexuales.
Tampoco se le percibe como amante del rigor intelectual cuando afirma que «en principio, ser nacionalista no es incompatible con la moral cristiana». Pues habrá que decirle que sí que es incompatible, puesto que el nacionalismo es la peor construcción humana. Ahora bien, si considera que el egoísmo más exacerbado es compatible con la moral entonces se entiende su respuesta.
Habría que aclararle también a este nuevo cardenal que la Iglesia Vasca no se ha opuesto al terrorismo. De hecho hay 'Comunidades Cristianas Populares', 'Herrira 2000 Eliza' o 'Coordinadora de Sacerdotes de Euskal Herria', a los que nadie ha dado una hostia, a pesar de que se manifestan por los presos etarras.
O sea que este cardenal, que se dice tan respetuoso con las personas, y en esta afirmación no se ve más que autocomplacencia, trata como enfermos a los homosexuales y a estos simpatizantes de Eta los tolera. ¿Por qué no intenta 'normalizar' o 'recuperar' a esos curas proetarras? En estos casos, el tratamiento sí que es efectivo y económico.

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