miércoles, 16 de diciembre de 2015

El debate Sánchez-Rajoy

No vi el debate, por lo que he tenido que esperar a informarme un poco para opinar sobre el particular. A estas alturas, fuera de Maite Pagazaurtundúa y compañía, pocas cosas interesantes hay en el panorama político español.
Habida cuenta de que todo este declive se ha producido porque no existe la separación efectiva de poderes y que el partido de Maite Pagazaurtundúa es el único que la exige, no cabía esperar ninguna gran cosa del debate.
El PSOE tiene demasiados cadáveres en el armario y muy recientemente ha firmado pactos con Podemos y ha favorecido a Bildu, por lo que su representante no tiene derecho a llamar indecente a Rajoy. Esa agresividad forma parte de que media España satanice a la otra media. Un partido que pacta con Bildu o Podemos no tiene derecho a sentirse moralmente superior a nadie. Otra cuestión sería si el PSOE fuera un partido decente, pero ese es un sueño que se esfumó hace muchos años.
El PSOE fue el partido que liquidó la poca independencia que tenía el CGPJ. Y también fue este partido el primero que consagró la corrupción cosa que ocurrió cuando Alonso Puerta fue a denunciar algo que había visto en su propio partido.
Rajoy, por su parte, no debió perder los modales, jamás debió contagiarse de la agresividad. En ese detalle se ve que tampoco anda muy sobrado, que también está con el miedo en el cuerpo.
Rajoy es un político profesional, como se va viendo. Y no digo profesional en sentido admirativo, porque la política no debería ser una profesión. En España abundan los que desde siempre se han ganado la vida como políticos y se la han solucionado para siempre. No es el caso exactamente de Rajoy, puesto que es Registrador de la Propiedad, pero sí que parece que le ha cogido gustito a la política y que su primera intención consiste en conservar los cargos que va logrando.

No hay comentarios: