domingo, 13 de diciembre de 2015

El ángel Marcelo

Ignoro si existe Dios. Supongo que si existiera y quisiera que lo sepamos se habría mostrado de forma inequívoca. Si existe y no se muestra es porque quiere que, al menos, dudemos. Aunque también existe la opción lógica de creer que no existe.
La Ciencia ha dicho que Dios no es necesario para la formación del Universo, de modo que cada cual debe orientar su vida sirviéndose de su criterio. No parece aconsejable seguir unas normas dictadas por no sé quién, sino que eso que llamamos conciencia debe ser la mejor guía.
El ser humano está dotado de imaginación y con ella ha imaginado a un ser perfecto, que sería Dios. No hay nada de malo en ello. Ni el hecho de que lo haya imaginado prueba nada. También ha imaginado al unicornio. Lo que ocurre es que Dios posee unos valores de los que el unicornio y otras especies imaginadas carecen.
Sobre esta idea de Dios se han fundado religiones y dentro de ellas abundan más los fanáticos que los creyentes. En lo que a mí respecta, he de reconocer que ignoro si todas las religiones tienen como finalidad el cultivo del espíritu humano, impulsándolo a hacer el bien, aunque sospecho que algunas pueden ser sectas, y tengo la impresión de que todas pueden usadas como instrumentos de dominio, y esto último es algo que las sociedades civiles deberían vigilar.
En España, y hoy por hoy, abundan más los católicos, y entre ellos el ministro ese que dice que tiene un ángel que le ayuda. Y además sabe que ese ángel se llama Marcelo. Estos creyentes que el cielo les favorezca a ellos sobre otros demuestran que en realidad son unos egoístas de tomo y lomo. Hace algunos años, un niñato que escribe muy bien también dijo algo parecido: Dios le había ayudado en algún punto que le interesaba mucho. ¡Ah!, podrían haber dicho Elvira, Marcela o cualquier otra de las muchas en el mismo caso: ¿Y por qué no ha salvado a mi hijo?
Ese Dios en el que creen ese ministro y el niñato citado es seguro que no existe.

No hay comentarios: