domingo, 17 de enero de 2016

35 antitaurinos multados

Me parece una aberración impropia de los tiempos actuales lo de los toros en la calle. Cuando hablo de los tiempos actuales me refiero a lo que debería ser, no a lo que vemos a diario. Deberíamos haber avanzado en la civilización y parece ser que no.
La prueba es que persisten barbaridades como la citada, que un descerebrado declaró Bien de Interés Cultural, y otras similares.
Dicho esto, me parece muy bien que se multe a otros descerebrados que tratan de impedir estos festejos mediante el recurso de la fuerza.
En España, en donde no hay tradición democrática, es frecuente que personas claramente antidemocráticas, como son los nacionalistas, los podemitas y otros que quieren conseguir sus propósitos como sea, reivindiquen 'acuerdos democráticos' o 'voluntades democráticas'.
El movimiento se demuestra andando y la calidad democrática se demuestra respetando las leyes y los deseos de la mayoría, aunque no se compartan.
La democracia no es un sistema perfecto, sino el menos malo de ellos y el pueblo se equivoca con bastante frecuencia. Pero eso es lo que hay.
Yo no voy a los toros, de modo que si todos hicieran lo mismo no habría problema. Tampoco me invento una nación, ni participo en esa chorrada que tanto daño hace, sobre todo a los más indefensos. ¿Qué le importa a un trabajador ser de una nación o de otra? ¿Qué más le da hablar una lengua que otra? Algunos se deben de estar forrando a costa de este delirio que han introducido en las mentes desprevenidas. Algunos se tienen que estar forrando y no deben de ser muchos.
La izquierda española, que se cree en posesión de la razón y la verdad, debería bajar del burro y ponerse a trabajar con el objetivo de enseñar, mediante el ejemplo, a tener comportamientos democráticos y a desoír esos cantos de sirena que no llevan sino a la catástrofe.

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