Ahora que estamos en tiempo electoral es bueno recordar que no hay nada más democrático que perseguir a los criminales y ponerlos a buen recaudo. Y es totalmente legítimo que los demócratas se protejan e impidan el acceso a las instituciones de los amigos de los terroristas. No tienen el porqué tener acceso a los datos del Congreso de los Diputados ni a cobrar del Estado. Es tremendo lo que pretenden algunos apoyando ese supuesto, que ya se ha dado más de una vez. Perseguir a los etarras y encarcelarlos es proteger a la democracia y a los ciudadanos decentes. Cualquier tipo de diálogo con la banda, que es lo que piden los nacionalistas, es una insensatez, ya que siempre sale ganando el crimen, y esto es así porque lo dice la lógica y también la experiencia, por las veces en que insensatamente se ha intentado.
Algunos, maliciosamente, sostienen que al PP le interesa que ETA continúe, dado que utiliza electoralmente la lucha antiterrorista. Tampoco faltan quienes opinan lo mismo del PSOE, por idénticos motivos. Ni qué decir tiene que ambos partidos hacen muy mal en utilizar electoralmente este asunto, pero no cabe ninguna duda de que los dos partidos darían casi cualquier cosa por acabar con ETA. Cometen muchos errores, algunos imperdonables, pero desean el fin de la banda con todas sus fuerzas.
No se puede decir lo mismo del PNV, puesto que es el partido que lleva gobernando durante mucho tiempo en el País Vasco. La existencia de ETA es el gran fracaso del PNV, hablando con propiedad. Aunque los dirigentes del PNV deben de ver las cosas de otro modo, dado que sin ETA, jamás hubieran logrado gobernar en el País Vasco. Quizá lo veamos cuando los vascos puedan vivir en libertad, por haber desaparecido la banda. Tampoco resulta rara, aunque sí desmoralizante, la comprensión de CiU hacia el PNV. Con tal de tener aliados para cuando los necesiten cierran los ojos ante lo que no conviene ver.
Algunos, maliciosamente, sostienen que al PP le interesa que ETA continúe, dado que utiliza electoralmente la lucha antiterrorista. Tampoco faltan quienes opinan lo mismo del PSOE, por idénticos motivos. Ni qué decir tiene que ambos partidos hacen muy mal en utilizar electoralmente este asunto, pero no cabe ninguna duda de que los dos partidos darían casi cualquier cosa por acabar con ETA. Cometen muchos errores, algunos imperdonables, pero desean el fin de la banda con todas sus fuerzas.
No se puede decir lo mismo del PNV, puesto que es el partido que lleva gobernando durante mucho tiempo en el País Vasco. La existencia de ETA es el gran fracaso del PNV, hablando con propiedad. Aunque los dirigentes del PNV deben de ver las cosas de otro modo, dado que sin ETA, jamás hubieran logrado gobernar en el País Vasco. Quizá lo veamos cuando los vascos puedan vivir en libertad, por haber desaparecido la banda. Tampoco resulta rara, aunque sí desmoralizante, la comprensión de CiU hacia el PNV. Con tal de tener aliados para cuando los necesiten cierran los ojos ante lo que no conviene ver.
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