jueves, 24 de abril de 2008

Bernard Shaw, Luis María Anson

Basta con ponerle una firma ilustre a un pensamiento cualquiera para que enseguida cobre la categoría de dogma, poco más o menos. Le ocurre incluso al entrañable Manuel Alcántara, que de vez en cuando hace suyo lo que dijo Bernard Shaw con respecto al martirio, en el sentido de que es el único camino por el que alguien puede llegar a ser célebre sin desplegar ninguna habilidad.
Por su parte, Luis María Anson, que debe de tener una bola de cristal, o dos, puesto que anda diciendo que Zapatero ganará las próximas elecciones, cuando el atentado que sufrieron María Jesús González e Irene Villa, dijo, quizá firmando como Ovidio, no lo recuerdo bien, en un artículo laudatorio por lo demás hacia ellas, que siendo mujeres mediocres habían alcanzado notoriedad, por mor del atentado etarra.
Lo que ellas habían puesto de manifiesto fue una entereza que no está al alcance de cualquiera. Pero hay cosas que algunos no aprecian en lo que valen. Hay quienes con más desvergüenza que otra cosa y con habilidad para intrigar logran encaramarse a los ministerios o incluso más alto y de estas destrezas, por llamarlas de alguna forma, no se protesta ni se alude, se aceptan sin más. María Jesús González e Irene Villa demostraron que son más fuertes que ETA, que poseen mucha más dignidad que todos los que apoyan a ETA o se dan la vuelta para no ver y evitar problemas de este modo.
Bernard Shaw quizá piense en la inteligencia o alguna de las habilidades que giran a su alrededor, como la facilidad para versificar o pintar, etc. Cabe reconocerle que gracias a la inteligencia disfrutamos de los ascensores, por ejemplo. Pero también cabría hacer constar que si no fuera porque hay gente que sabe defender su dignidad y sacrificar lo que sea necesario por la justicia, en este planeta no se podría vivir.

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