En el foro de Invertia se ha planteado la cuestión de la responsabilidad de la banca española en la crisis. En concreto, se pregunta si es víctima o cómplice de la crisis subprime.
Los bancos españoles no pueden ser cómplices de la crisis, puesto que están obligados a cumplir las leyes que imponen las autoridades españolas y están sujetos a las inspecciones de los organismos encargados de velar por el cumplimiento de esas leyes. De modo que si los bancos fueran culpables, más lo serían el gobierno y el Banco de España.
Tampoco pueden considerarse víctimas, porque nadie les ha empujado hacia el negocio inmobiliario, ni les puede empujar tampoco. Por otro lado, suena a chiste el hecho de los bancos (al menos, los españoles) puedan ser considerados víctimas de algo, salvo de su propia impericia. En la actualidad, todo el mundo se da cuenta de que el modo de actuar en los tiempos anteriores al estallido de la crisis era sumamente imprudente, pero en aquel entonces no fueron tantos los que lo vieron. Quienes compraban los pisos podían ser atrevidos o inconscientes, pero los políticos, los constructores y los banqueros son profesionales, o al menos les gusta esta palabra.
Un banco no tiene ninguna obligación de avisar a quien firma un crédito o préstamo, hipotecario o no, de que puede haberse metido en un atolladero. Eso no significa que quien pide un préstamo, sin que nadie le obligue, inveteradamente arriesgue más de la cuenta, porque quizá sean raros esos casos; pero cuando ocurre, si el banco lo advierte, no tiene el porqué decirlo. El banco mira por sus intereses, que consisten en asegurarse de que va a recuperar el dinero que presta y a vincular a su entidad durante el mayor tiempo que pueda al firmante.
Lo que puede ocurrir ahora es que los bancos se conviertan en propietarios de un gran número de viviendas, cuyos anteriores propietarios no han podido cumplir sus compromisos de pago, y que se vean obligados a conservarlas en su poder durante más tiempo del deseado. Puede que para obtener liquidez vendan algunas por un precio inferior al de su valor de tasación.
Los bancos españoles no pueden ser cómplices de la crisis, puesto que están obligados a cumplir las leyes que imponen las autoridades españolas y están sujetos a las inspecciones de los organismos encargados de velar por el cumplimiento de esas leyes. De modo que si los bancos fueran culpables, más lo serían el gobierno y el Banco de España.
Tampoco pueden considerarse víctimas, porque nadie les ha empujado hacia el negocio inmobiliario, ni les puede empujar tampoco. Por otro lado, suena a chiste el hecho de los bancos (al menos, los españoles) puedan ser considerados víctimas de algo, salvo de su propia impericia. En la actualidad, todo el mundo se da cuenta de que el modo de actuar en los tiempos anteriores al estallido de la crisis era sumamente imprudente, pero en aquel entonces no fueron tantos los que lo vieron. Quienes compraban los pisos podían ser atrevidos o inconscientes, pero los políticos, los constructores y los banqueros son profesionales, o al menos les gusta esta palabra.
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'El gran libro de los insultos'
'Hablar con corrección'
'El interior del bosque'
'El Gran Capitán'´
'Al otro lado del espejo'
'Mi mente es mi enemigo'
'La lógica oculta de la vida'
'La alimentación equilibrada en la vida moderna'
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'El interior del bosque'
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