domingo, 17 de agosto de 2008

Los gitanos

En tiempos de crisis, en los que la vida se vuelve más difícil, suelen reavivarse los prejuicios raciales. Cualquier referencia a los gitanos puede ser, no obstante, demagógica o complicada. Cuando se habla de los gitanos, con relajamiento, estando ellos lejos, una suerte de romanticismo, en parte debido a su carácter nómada, invade el ambiente. Pero este nomadismo acaso se deba a las circunstancias. Por haber sido perseguidos con tanta frecuencia a lo largo de la historia, no se han podido asentar en ningún sitio.
De modo que el odio, o la incomprensión, entre payos y gitanos tiene algún fundamento. En estos momentos la vida nómada resulta imposible, puesto que prácticamente ya no tienen utilidad aquellos oficios que antaño les procuraban la supervivencia. No les queda, entonces, más remedio que tratar de integrarse en el seno de la sociedad.
El problema no es nada fácil de resolver. Es un grupo compuesto por personas acostumbradas a vivir en la marginalidad, que cuando se acercan a los payos perciben claramente el menosprecio y el temor a los de su raza. Las cosas para quienes tratan con ellos tampoco son fáciles. Por lo general, se trata de personas que, por el tipo de vida que desde hace siglos llevan, poseen un nivel cultural bajo. Además de esto, el trato que han venido recibiendo hace que a muchos de ellos no les duela robar a un payo. Han de vivir con poco y los payos les odian.
Los políticos, que son los que prometen el oro y el moro cuando es tiempo electoral, son los encargados de resolver el problema, que, como se ha visto es mayúsculo, y precisa de recursos especiales. Pero los políticos precisan los recursos para pagar a sus asesores y son infinitos los que se procuran, de modo que para los problemas establecen cauces. Una vez establecidos, han de ser los propios interesados los que hagan el resto. Y quienes han de convivir con ellos.
Y a ver cómo se adaptan a los nuevos tiempos esas personas que han vivido largos años a salto de mata, siendo rehuidos por los demás y qué valores transmiten a sus hijos, y cómo han de hacer sus maestros para inculcarles lo que desean.

1 comentario:

Marta Salazar dijo...

"En tiempos de crisis, en los que la vida se vuelve más difícil, suelen reavivarse los prejuicios raciales."

y esto... pasa en Espana, hoy?

en un país de la Unión Europea?

es que realmente, no lo puedo creer!