domingo, 24 de agosto de 2008

Carrillo y De Juana

En una entrevista concedida al diario El País, publicada hoy, Carrillo da pruebas de que posee una excelente memoria, así como una gran lucidez. Resultaría injusto (lo peor que se puede ser en esta vida) no reconocerle el gran papel que desempeñó en la Transición. Probablemente, no es exagerado afirmar que sin él hubiera sido más difícil. Pero a la vista de que cada vez que sale a la escena pública pone de manifiesto su odio a buena parte de la población española, cabe preguntarse si sus motivaciones en aquel periodo crucial de nuestra historia se basaban en el pragmatismo o en el deseo de procurar la concordia entre los españoles.
Este odio suyo hace que en el pecado lleve la penitencia, puesto que lastra sobremanera su lucidez. Es capaz de comprender y explicar cualquier comportamiento siempre que no proceda de la derecha española, con la que se muestra implacable. Así es como sus teorías, que comienzan bien, se tuercen inmediatamente por su visión interesada. Algunas de sus respuestas son impropias de quien demuestra ser tan inteligente. Su capacidad de análisis sucumbe ante su pasión, lo que no es nada bueno.
Conviene señalar que las respuestas que da sobre De Juana indican una gran inconsistencia y una total falta de empatía con las víctimas, a las que no se refiere en ningún momento. Dice que el terrorista es un desgraciado, para añadir a continuación que ya ha cumplido con la justicia, en línea con los postulados del nacionalismo vasco. Dice, y es grave que lo diga él, que no es ningún ignorante, que le sorprende escuchar que 21 años de cárcel no son nada. Olvida la otra parte de la cuestión, que es la serie de asesinatos del angelito. Su recochineo para con la justicia, al hacer tantas huelgas de hambre. Sus brindis con champan (¿de dónde lo sacaba?) cada vez que ETA cometía un asesinato.
¿A qué viene el sermoneo de Carrillo? De Juana ha cumplido con la ley y por eso está en la calle y haciendo turismo por el extranjero. Lo que debería haber dicho es que esa ley es injusta. Quizá sea mucho más dura con los delincuentes comunes.

2 comentarios:

Juan dijo...

Es normal que Santiago Carrillo tenga empatia con De Juana son correligionarios.
Al menos el vasco a pagado casi un año por muerto, el genocida Carrillo no ha pagado ni siquiera moralmente.
No hay que agradecerle nada a Carrillo en la transición, a estos de izquierda se les dá una teta para chupar de por vida y encima tenemos que estar agradecidos.
Pronto veremos a De Juana Doctor Honoris Causa ha cursado los mismos estudios que nuestro querido Santiago.

Anónimo dijo...

se empieza mal diciendo que sin Carrillo hubiera sido más dificil la transición.
Si hubiera muerto Carrillo antes de matar a 5.000 personas (la mayoria niños y mujeres) en Paracuellos del Jarama, hubiera sido más facil, ya lo creo....

Estoy harto de escuchar que carrillo hizo bien en la transición... ¿que hizo bien?. Y si se dice algo que se digan acciones particulares, no verborrea estilo "dialogo" "concordía" etc... esas palabras zapateriles que no dicen nada.. idealistas y mentirosas, que llenan mentes vacias ansiosas de "cambio" a ninguna parte.

Aristóteles se equivocaba, en el medio no está la virtud, pues cuando un extremo está viciado (y es asesino) el medio, per se, es injusto.