En Twitter, vi un mensaje de Beatriz Escudero. Concretamente, este: “Puedes twitear para participar en la elaboración del programa electoral del PP. Lo está presentando Esteban Glez. Pons”.
Me dio por responder: ¿Fue al entierro del hijo de Zaplana?
Beatriz Escudero dijo: No. Por qué?
Vicente Torres: Porque si no me equivoco González Pons fue uno de los que entraron y crecieron en la política de la mano de Zaplana.
Beatriz Escudero: Yo, no conozco a su familia y a él apenas he hablado un par de veces. Lo lamento muchísimo como todo el mundo.
Vicente Torres: Yo nunca he hablado con él, pero debería haber ido al entierro. A descalificar a Gema Amor sí que fue a Benidorm meses antes.
Beatriz Escudero: lo ignoro. Sido mucho que EGP descalificar a nadie. Su relación con Zaplana escapa de mi conocimiento y el tuyo seguro. Fin.
Vicente Torres: González Pons pide que no se vote a Gema Amor en Benidorm.
Se percibe claramente en la conversación que la clase política no se siente obligada a dar explicaciones al populacho, que contesta de cualquier manera, con las excusas que se le ocurren y que da por terminada la conversación cuando quiere. Lo que hace un político está bien para los de su cuerda, por muy mal que esté. Y al populacho se le da el derecho a aplaudir y con eso ya tiene mucho. La trayectoria de González Pons ya se sabe, primero con Zaplana (intervino en la creación de la Academia Valenciana de la Lengua por orden suya), luego de Camps, ahora de Fabra. ¿Qué nos importa a los contribuyentes la trayectoria de un político? ¿Qué nos importa si ha ido o no al entierro del hijo de Zaplana?
La situación española, ahora hablando en serio, presenta mal cariz. Si Rajoy, en el caso de que gane, nombra ministros a estos que aparecen en primer plano, habrá imitado a Zapatero, que se rodeó de la gente más vacía e incompetente que pudo encontrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario