domingo, 8 de abril de 2012

Günter Grass se destapa

Y el resultado es triste. Claro, Günter Grass tiene la imaginación que tiene y como consecuencia no ve las cosas, sino que las imagina. Y así cambian mucho. Por ejemplo, se refiere a algo obvio: la hipocresía de Occidente. ¿Pero qué decir del salvajismo de quienes odian a Israel?
Los iraníes viven sometidos por una dictadura y, como se puede suponer, muchos de ellos están conformes con esa dictadura y colaboran con ella. Y es esta dictadura la que ha amenazado en reiteradas ocasiones con borrar a Israel del mapa. La situación de Israel no es como para tomar en guasa las amenazas.
Israel vive permanentemente amenazado y en pie de guerra. Hay que recordar que sin el Holocausto no existiría el estado de Israel. Pero la persecución continúa. ¿Cómo sería Israel si hubiera vivido en paz? La ONU debería haberse encargado de que Israel viviera en paz, pero la hipocresía de Occidente se considera satisfecha con haberle proporcionado un territorio a los judíos. Que se arreglen con eso, y si se exceden en sus afanes defensivos se les critica.
Occidente es hipócrita, eso es cierto. Pero los países islámicos son dictatoriales. Los hombres viven sometidos y las mujeres infinitamente más.
Es muy fácil ver a Israel como un país próspero y poderoso y a sus enemigos como países pobres, pero esa no es toda la verdad. Israel convirtió un desierto en tierra fértil, sus ciudadanos viven en democracia y sus centros de investigación son de los más productivos del mundo.
Los países que no están de acuerdo con Israel no muestran su oposición en los foros internacionales, como sería lo correcto, sino que tratan de reducirlo por las armas.
El país agredido es Israel y la desmesura de sus respuestas ha de considerarse en proporción a la obcecación de sus oponentes. Llegará un momento en que Israel no podrá defenderse por sí mismo y tendrá que ser la ONU la que lo haga.
Puede que a Günter Grass no le guste mucho.

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