viernes, 6 de abril de 2012

Baltasar Garzón debería tener escolta

España no se entiende sin los privilegios. No es que haya gente que tenga vergüenza por tener privilegios, sino que son muchos los que desean tenerlos. Es uno de los signos que demuestran que se está por encima de los demás.
Quizá sea este uno de los motivos por el que la alcaldesa y los concejales del ayuntamiento de Valencia siguen teniendo escolta, mientras que a Baltasar Garzón se le ha retirado. Esto último permite varias interpretaciones:
a) No se cree que ETA vuelva a atentar. En este caso, no se entiende lo del ayuntamiento de Valencia.
b) Se cree que Garzón debe pagarse la escolta de su bolsillo. Pero si está amenazado no es a causa de sus actividades particulares, sino por su labor como juez.
c) El PP quiere vengarse, puesto que Garzón destapó la trama del conocido como caso Gürtel.
d) El gobierno es torpe. Si Eta atentara contra Rita Barberá, cosa difícil, porque ella sí tiene escolta, el impacto sería tremendo, pero sería muchísimo mayor si el atentado lo sufriera Garzón. ¿Y qué explicación podría dar el gobierno en este caso?
Por nada del mundo le interesa al gobierno que Garzón sufra ningún percance. Por este motivo, si el CGPJ le ha retirado la escolta, porque ya no puede ejercer como juez, el ministro correspondiente debería haberle proporcionado otra inmediatamente.
A los terroristas y narcotraficantes el hecho de que Garzón haya sido condenado por el Tribunal Supremo les da lo mismo. Ellos siguen odiándole igual que antes. Si le odian algunos del PP y del PSOE por haber hecho su trabajo (otra cosa es que lo hiciera bien o mal), ¿cómo no le van a odiar los delincuentes?
Pues nada, no sólo ha sido condenado, sino que además ha caído en desgracia. Esto en un mundo en el que los privilegios son tan corrientes como la incompetencia es muy peligroso.

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