Un votante del PSC

Cuando El Periódico estaba dirigido por  Enrique Arias Vega era un periódico con rigor y sentido común. Desde entonces va de mal en peor. Lo que se sabe ahora de este medio es que depende en gran medida del apoyo de la Generalidad de Cataluña.

Eso, lógicamente, no es bueno. Los dueños de un periódico han de ser los lectores, que cuando son sanos, y lo son en muchos casos, buscan información y no doctrina.

Pero no todo en El Periódico es malo. Una de las cosas aprovechables que tiene es la titulada Lectores. En ella, y con fecha 3 de abril, figura una carta de Toni Berdié, en la que su autor se muestra decepcionado por el hecho de que el partido con el se identifica, el PSC, no responda a los desafíos de los nacionalistas. Dice que los socialistas catalanes que rechazan el nacionalismo se sienten muy solos.

Recuerdo el caso de cierto seminarista que ya tenía fijada la fecha en la que iba a cantar misa por primera vez y a última hora se arrepintió y abandonó los hábitos sacerdotales. Montó un pequeño negocio, en el que empleó a un familiar lejano suyo, al que poco después hizo una jugarreta gorda, perjudicándole económicamente. La madre del perjudicado no daba crédito a que alguien tan católico le hubiera hecho eso a su hijo y fue a hablar con la madre del ex seminarista, mujer de misa diaria. Ésta le respondió, una cosa es la familia y otra el negocio.

Ocurre lo mismo en la política. Compaginar el socialismo con el nacionalismo es más difícil que lograr la cuadratura del círculo. Pero si conviene al negocio se hace.

Hasta el PP procura entenderse con los nacionalistas, aunque en este caso no es tan difícil. Todos son de derechas y dentro del PP hay sectores nacionalistas.

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