Monseñor Fernando María Bagalló ha sido fotografiado en una actitud más que cariñosa con una señora en una playa de México. Yo no creo que monseñor, en este caso, hiciera daño a nadie, porque en las fotos se ve que la señora lo consentía todo, pero el Vaticano se ha puesto a investigar.
La experiencia dice que al Vaticano le molestan los curas homosexuales que dicen que lo son y los obispos que van a la playa con una mujer.
Sé de un sacerdote que dejó de serlo por hacer explícita su condición homosexual. Pero yo supongo que hay muchos sacerdotes homosexuales, e incluso obispos, y que quizá abundan los que dan rienda suelta a su deseo. También supongo que más de un sacerdote, y quizá algún obispo, se mete en la cama con alguna mujer. Y que se sepa, nunca el Vaticano ha abierto una investigación un sacerdote u obispo por estar en una cama con otro hombre o una mujer. Tampoco se la abierto a ninguna monja.
Se conoce que lo que molesta al Vaticano es la publicidad. Mientras todo ocurra de puertas adentro no pasa nada.
Sin embargo, en España padecemos una serie de curas y obispos nacionalistas, e incluso de columnistas religiosos nacionalistas, y el Vaticano calla. El nacionalismo de algunos llega hasta el extremo de haberse negado a celebrar funerales por las víctimas de Eta, y a exigir el diálogo con la banda terrorista. El Vaticano calla por el nacionalismo de esos curas y obispos les permite estar cerca del poder, que es lo que quiere. El nacionalismo es la ideología más egoísta que hay, pero eso no le importa al Vaticano.
En los lugares en los que el nacionalismo no manda no hay curas ni obispos nacionalistas. Franco lo sabía. Trasladó a uno muy nacionalista a Valencia y enseguida dejó de ser nacionalista.
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