viernes, 24 de mayo de 2013

El arzobispado de Madrid y los exorcistas

En España hay un número cada vez menor de personas que trabaja y paga impuestos y otro número de personas, que cada vez se revela más grande, que vive del cuento.
Aquí no pasa día sin que nos llevemos un sofoco nuevo. ¿Qué hacer con tanta angustia? Y la cosa es que hay que seguir pagando impuestos. Y encima viene ese del País Catalán a hacernos creer que los burros vuelan y si no nos lo creemos arma la de Dios.
A la vista de las informaciones que van apareciendo sobre la Familia Real, la perplejidad aumenta. ¿Es que nadie sabía lo hay tras los muros de La Zarzuela? Aquí todo el mundo se las da de enterado, pero van apareciendo nombres en el Sumario y en este asunto se las dan de ignorantes. Manejan dineros públicos, pero no se enteran de nada. ¿Cómo es posible que todavía no se haya puesto a esta familia en la frontera?
Por su parte, Setién, Carles, Rouco, Reig Pla, Uriarte, Cañizares, etc., no piensan una buena. Puesto que los médicos no aciertan a dar con los motivos por los que una niña se ha curado totalmente, anotan el caso como milagro, aunque en este caso ha sido Osoro, quien lo ha hecho. O sea, todo lo que la ciencia no puede explicar es milagro. Pero la ciencia podría explicar en tiempos venideros lo que hoy se le escapa. Da lo mismo, una vez anotado el caso como milagro, como milagro se queda.
Con el dinero público volatilizado pasa lo mismo. Se ha volatizado para siempre. ¿Cuánto cobrarán por una sesión de exorcismo? Aznar amenaza con volver y Zapatero dice que prefiere mantener el máximo silencio. ¿Qué diferencia hay entre silencio y máximo silencio?
El caso es que en lugar de educar a la gente para que tenga criterio propio y sepa vivir según los sanos principios de la duda sistemática, se le fomenta la credulidad, y sólo teniendo en cuenta este hecho se entiende lo que ocurre en España.

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