domingo, 19 de mayo de 2013

Rogelio Alonso está de enhorabuena

Como todo el mundo sabe, Rogelio Alonso es uno de los tres autores de Vidas rotas, ese libro que mal que les pese a un número indeterminado, por lo numeroso, de personas, servirá a los historiadores del futuro para explicar la larga pervivencia de una banda de delincuentes.
Rogelio Alonso está de enhorabuena porque Jesús Eguiguren le ha llamado miserable. Si a mí me llamara miserable Eguiguren no me lo podría creer de dichoso que sería. Así como ser etarra es una de peores cosas que se puede ser en esta vida, ser llamado miserable por Eguiguren debe tomarse como una señal de los dioses de que se está en el buen camino.
Además, le ha llamado miserable a causa de un artículo muy bueno, que escribió el propio Rogelio Alonso y que he rescatado de la web de UPyD, ese partido que mantiene una postura correcta ante Eta, al contrario que otros, a los que les debería caer la cara de vergüenza, si la tuvieran. No digo si la conservaran porque a lo mejor no la han tenido nunca.
Según he leído en la prensa, el discurso de Eguiguren contra Alonso está cargado de rabia y de odio, lo cual hace que el gozo sea más grande. Cuando se nota el odio de alguien, sea quien sea, el mensaje es claro. Se está haciendo algo bien. A las personas vulgares, por lo común, se les perdona todo. Es quienes se percibe como buenos a los que se intenta desestabilizar. Quienes han caído en los brazos del mal, por cobardes, odian a quienes se han atrevido a optar por el bien. Porque hacer el bien nunca ha sido fácil. Ya se encargan los malos de sembrarles de trampas el camino.
Rogelio Alonso se ha situado claramente al lado de las víctimas del terrorismo. Como UPyD. Hay que decirlo y hay que apoyarles, al menos, en este menester.

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