jueves, 2 de mayo de 2013

González Pons lo arregla todo

O eso cree él. O acaso piensa que nos puede convencer de que por el mar corren las liebres (y por el monte las sardinas).
Todo el PP quiere reducir el gasto público, dice. Cuando leo esto recuero lo de los abrojos, que es digno de tener en cuenta (Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?).
Hay muchos chanchullos por ahí que no se desbaratan. Más bien, se aprovecha la crisis para inventar otros nuevos. Ahí está Gallardón desbaratando el Registro Civil. Ojalá se pueda remediar el mal en un futuro próximo y sin coste para los contribuyentes. Por soñar que no quede.
Luego nos querrá convencer, a lo peor, de que lo que llaman privatización de la Sanidad (yo le pondría un nombre más crudo) tiene por objeto reducir el gasto público. El modelo Alzira, con el que pretenden convencernos de las bonanzas del sistema que proponen, me parece altamente lesivo para los cotizantes y sumamente beneficioso para los concesionarios. Éstos sólo tienen un problema: que los pingües beneficios que obtienen lo son sobre el papel, puesto que la Generalidad no paga a tiempo, y ni siquiera con retraso, sino con más que mucho retraso.
Pero los chiringuitos siguen. Y se conoce que quienes “trabajan” en ellos sí que cobran. El PP no puede pedirles a los demás que desmonten sus chiringuitos, puesto que probablemente es el que más gente tiene colocada en ellos.
El propio González Pons, personalmente, participó en la habilitación de uno de ellos, que bien caro que nos cuesta los valencianos.
Lo primero que debería haber hecho el gobierno del PP es desmantelar todos los que pudiera y a continuación exigir a los demás partidos que hicieran lo propio en los lugares en que gobiernan. Eso de que en junio planteará una propuesta para reducir el gasto público, cuando Esperanza Aguirre acaba de proponer lo mismo, bien podría ser una estrategia entre ambos, para que todos se vayan preparando.

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