sábado, 18 de mayo de 2013

El gobierno teme a los poderosos

Se dice que hay democracia en un lugar cuando alguien que opine lo contrario que la mayoría puede pasear tranquilamente por sus calles. Esta premisa no se da en España. En algunos lugares incluso es peligroso. Se puede perder el trabajo o la vida. Pasear la bandera de España en Barcelona se considera una provocación. Si se hace en San Sebastián es posible que alguien, desde lo alto de un campanario, le descerraje un tiro a quien la lleve.
La base española es poco democrática. Pero la clase dominante todavía lo es menos. Se dice que hay democracia en un lugar cuando existe la separación de poderes y la prensa es libre. ¿Cuando ha sido libre la prensa en España? Ha habido periódicos independientes “de la mañana”, quizá “de la tarde”, y pare usted de contar. ¿Y los jueces? Tampoco son libres, claro. Se les da hoy la independcncia a los jueces y mañana puede haber un sinfín de políticos en la cárcel.
No hay democracia en España.
Bastante hacen los políticos con mantenerse en sus cargos. Han de aguantar mucho. Han de ceder por aquí y por allá. Claro que cada vez que ceden ante unos han de extrangular a otros, a los más indefensos.
Han cedido ante los empresarios, recortando derechos a los trabajadores. Luego, en lugar de que eso sirva para crear puestos de trabajo, como prometían, salieron muchos capitales de España, no sé si tiene que ver una cosa con la otra.
Han cedido ante los nacionalistas, dando pie con ello a que luego les pidan más. Lo que ceden ante los nacionalistas, lógicamente, ha de ser a costa de otros. La vida es dura y quien no tiene capacidad para amenazar se queda sin nada.
Y ha cedido también ante los curas, faltaría más. Eso de que al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, en España no rige. Aquí todo es para Dios o, mejor dicho, para sus representantes en España. No estoy muy seguro de que Dios esté conforme.

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