viernes, 27 de marzo de 2009

Lesbianas

Desconozco las causas de la homosexualidad. Lo he dicho ya alguna vez. Sean cuales sean los motivos, la cuestión es que hay personas homosexuales. No es necesarios, para quien mira las cosas desde fuera, conocer esos motivos. Lo que cuenta es que la homosexualidad no hace que las personas sean más buenas o más malas. Lo que hay que tener en cuenta, entonces, es que los homosexuales son seres humanos y merecen tanto aprecio y respeto como los demás.
Al día de hoy son muchos los homosexuales masculinos que han decidido dar a conocer su orientación sexual, dado que, aparentemente, ya pueden hacerlo sin riesgo. Digo que aparentemente porque los prejuicios que se arrastran desde hace siglos no pueden desaparecer de la noche a la mañana. Lo políticamente correcto hoy en día es aceptar a los homosexuales, y se les acepta, pero la procesión va por dentro. La homofobia sale a relucir espontáneamente, sin que se den cuenta los interesados. Sí que lo captan los homosexuales, como es natural, y si están entre personas de confianza se quejan.
En el caso de las lesbianas la situación es peor. En El Periódico hay una entrevista con Beatriz Gimeno, que dirigió la federación estatal de gais y lesbianas, en la que ésta afirma que hay más lesbianas que gais, pero que ellas todavía no se atreven a dar a conocer este aspecto suyo. Si los homosexuales fueran tan aceptados como parece, las lesbianas no tendrían ninguna dificultad como presentarse como tales. Pero como dice Beatriz Gimeno, ni siquiera las políticas cuyo lesbianismo es conocido por la opinión pública se atreven a dar el paso de presentarse como tales. Pero el hecho de tener que ocultar una parte importante de sí mismo es cruel. Hemos de convenir, entonces, en que la sociedad es cruel.

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