Resulta
muy duro para un ciudadano corriente que ni se vuelve loco por el
deporte, ni tiene porqué hacerlo, enterarse de que ha de correr con
los gastos.
Estas
cosas no pueden ocurrir en Estados Unidos. Allí, se piden las
cuentas de cualquier cosa y se dan de inmediato. En España, en lugar
de dar las cuentas, te dicen que son socialistas; y con eso quieren
significar que son honrados. O te dicen que van a misa y comulgan, y
es cierto que lo hacen; y con eso quieren significar que son
honrados. Pero lo luego falta dinero y lo han de reponer quienes no
se pueden escapar. Porque el dinero huye rápidamente en cuanto las
cosas le van mal, aunque sus dueños muy honrados y se presenten ante
el mundo con el gesto circunspecto. De Botín no se puede hablar,
porque se cabrea.
Pero
el asunto tenía que ver con el Valencia Cf y resulta que llueve
sobre mojado, porque antes fue Valmor. Se ignora por qué motivo la
Generalidad tuvo que hacerse cargo de los compromisos de esta empresa
privada. Si un pensionista no puede pagar el medicamento que necesita
se queda sin él, pero lo de Valmor es sagrado para la Generalidad. Y
ahora resulta que también es de vital importancia para el gobierno
valenciano otra entidad deportiva, en este caso el Valencia CF. ¿Qué
beneficios reportan a los ciudadanos estas sociedades anónimas?
Tal
vez, si viéramos los documentos nos llevaríamos alguna sorpresa
desagradable. Quizá el Consell trata de evitar que alguno de los
suyos vaya a la cárcel.
¿Por
qué hemos de pagar los ciudadanos a los que no nos afecta ni nos
preocupa lo que ocurra con la Fórmula 1 y el fútbol los errores de
cálculo de sus caprichosos dirigentes? ¿Acaso es así para que no
salgan a la luz ciertas cosas?
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