Trae
la prensa la noticia de que un escándalo antiguo, del que no se
informó en su día, plantea problemas al régimen chino. A
continuación se informa de los proliferan en China, cosa que ya se
adivina de antemano, dada la sensación de impunidad que deben de
tener sus clases pudientes (en España ocurre lo mismo, de modo que
cabe extraer conclusiones).
Los
políticos españoles están gastándose (no han parado aún de
gastar en cosas innecesarias), confiando en que vengan de fuera a
salvarnos, sin tener en cuenta que la catástrofe acecha a la vuelta
de la esquina.
Cuando
se desmoronó la URSS, cosa que ocurrió de repente, aparentemente no
ocurrió nada. Lo que ocurrió fue que al desaparecer la sensación
de peligro hubo un relajamiento total que llevó a arrinconar a la
prudencia. Y ahí estamos.
Dicen
que el capitalismo está agonizante, y resulta que el que está
muerto es el comunismo. Lo que ocurre con el capitalismo es que se le
interpreta mal. El mundo no se divide en listos y tontos, en avisados
y desprevenidos, en tipos con suerte y "mataos".
No
se sabe lo que puede ocurrir en China, lo que sí es cierto es que su
régimen ha de caer un día u otro. El comunismo no puede sobrevivir
durante mucho tiempo. Pervive mediante una represión muy cruel, como
cualquier otro régimen dictatorial.
Si
China cayera del mismo modo que lo hizo la URSS sí que lo notaríamos
enseguida, porque tiene el control de las finanzas mundiales. De modo
que en caso de apuro es posible que el mundo occidental se tape la
nariz y colabore con el gobierno chino en la represión.
Este
estado de cosas mundial pone de manifiesto el grado de
irresponsabilidad de la casta política española. ¿En qué
situación quedaría España si se hundiese China?
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