No queda más remedio que repetir que ningún partido político español está exento de culpa en lo que a la crisis en la que está inmersa España se refiere. Es cierto que la crisis se originó fuera de España, pero no lo es menos que las políticas que se llevaban a cabo en nuestro país no preveían en ninguno de los casos que se pudiera originar situación catastrófica. La que tenemos no es moco de pavo, algunos ya no levantarán cabeza jamás. De modo que una situación como la que sufrimos debería haber llevado a los políticos a tratar de actuar con cordura y mostrar a los ciudadanos su cara más responsable, tratando de buscar entre todos la mejor forma de sortear la crisis.
La cuestión es que en ese Congreso del PSOE, en el que nadie se ha atrevido a manifestar ninguna discrepancia, se ha buscado hacer más grande la brecha entre los españoles, no ya entre el PP y el PSOE. Bonita manera de enfrentar la crisis. Tiene el PSOE la intención de dar unas facilidades para abortar mucho más amplias que las que rigen en la actualidad. Algún ginecólogo ha dicho que vendrán oleadas de mujeres a abortar a España. Julián Marías dijo que una de las dos peores cosas que ocurrieron en el siglo XX es la aceptación social del aborto. Ya no se trata de comprender a aquellas mujeres a las que les resulta sumamente difícil criar un hijo que ha concebido inesperadamente, sino que ya se da rienda suelta al aborto caprichoso, a la condena del inocente que no tiene ninguna culpa. Al final queda patente el desprecio de Zapatero por los débiles, a los que deja en manos de los fuertes. Las palabras sirven a menudo para enmascarar los actos y así lo egoísta puede hacerse pasar por solidario.
En cuanto a la economía, Zapatero exhortó a todos a tener confianza en sí mismos para salir de la crisis, no sé cómo recibirá esto alguien que acabe de ingresar en el paro y tenga ante sí la cuota de la hipoteca. También habló de economía de izquierdas, pero eso debería proponerlo en las discusiones por los pactos para salir de la crisis, pactos que a la vista de lo sucedido en su congreso no desea.
La cuestión es que en ese Congreso del PSOE, en el que nadie se ha atrevido a manifestar ninguna discrepancia, se ha buscado hacer más grande la brecha entre los españoles, no ya entre el PP y el PSOE. Bonita manera de enfrentar la crisis. Tiene el PSOE la intención de dar unas facilidades para abortar mucho más amplias que las que rigen en la actualidad. Algún ginecólogo ha dicho que vendrán oleadas de mujeres a abortar a España. Julián Marías dijo que una de las dos peores cosas que ocurrieron en el siglo XX es la aceptación social del aborto. Ya no se trata de comprender a aquellas mujeres a las que les resulta sumamente difícil criar un hijo que ha concebido inesperadamente, sino que ya se da rienda suelta al aborto caprichoso, a la condena del inocente que no tiene ninguna culpa. Al final queda patente el desprecio de Zapatero por los débiles, a los que deja en manos de los fuertes. Las palabras sirven a menudo para enmascarar los actos y así lo egoísta puede hacerse pasar por solidario.
En cuanto a la economía, Zapatero exhortó a todos a tener confianza en sí mismos para salir de la crisis, no sé cómo recibirá esto alguien que acabe de ingresar en el paro y tenga ante sí la cuota de la hipoteca. También habló de economía de izquierdas, pero eso debería proponerlo en las discusiones por los pactos para salir de la crisis, pactos que a la vista de lo sucedido en su congreso no desea.
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