Habría que agradecer a los responsables de la vuelta ciclista a Francia la enconada lucha que llevan a cabo contra el dopaje en estos últimos años. Baste recordar que un poco antes tuvo lugar la vuelta ciclista a Italia, en la cual no se tienen noticias de que se detectara algún caso de dopaje. Sin seguir la vuelta a Francia me he enterado de varios casos, lo que no ocurrió con la ronda italiana.
Conviene reseñar, no obstante, que si se hubieran tomado esas medidas mucho antes, las cosas probablemente no hubieran desembocado en la situación actual. Quizá los dirigentes de ahora no sean los de antaño. Lo que sí parece probable es el consumo de drogas, con el fin de mejorar el rendimiento entre los deportistas venga de muy atrás. El ciclismo es un deporte muy duro y quienes destacan en él adquieren gran resonancia popular, dos motivos que incitan a hacer trampas, que se acaban pagando muy caras.
Tampoco parece descabellado pensar que sin trampas Federico Martín Bahamontes, que fue conocido por el sobrenombre de “El Águila de Toledo”, hubiera ganado varias vueltas ciclistas a Francia. Bahamontes, que nació en 1928, todavía vive, lo cual descarta que tomara cualquier tipo de droga. Sería imposible determinar a estas alturas si alguno de sus rivales lo hizo, pero por aquellos tiempos ya se tenía noticia de ellas o alguna sospecha con respecto a algunos de los ciclistas.
También caben otro tipo de sospechas, puesto que en la época no existían las cámaras de televisión, ni se podía hacer un seguimiento exhaustivo de cada ciclista, por lo que muy bien se podía meter a alguno de los ciclistas en una furgoneta y bajarlo unos cuantos kilómetros más adelante.
Tampoco se le ponían a Bahamontes muchos finales en alto, sino que se procuraba que entre la última cima y la meta hubieran unos cuantos kilómetros, para que sus perseguidores pudieran recuperar el terreno perdido en la subida. Y finalmente, el bueno de Federico contaba con otro hándicap. Solía correr sólo, puesto que los demás componentes de su equipo iban contra él.
Hoy, que ha ganado la Vuelta a Francia otro español, es buen día para recordar al primero que lo logró.
Conviene reseñar, no obstante, que si se hubieran tomado esas medidas mucho antes, las cosas probablemente no hubieran desembocado en la situación actual. Quizá los dirigentes de ahora no sean los de antaño. Lo que sí parece probable es el consumo de drogas, con el fin de mejorar el rendimiento entre los deportistas venga de muy atrás. El ciclismo es un deporte muy duro y quienes destacan en él adquieren gran resonancia popular, dos motivos que incitan a hacer trampas, que se acaban pagando muy caras.
Tampoco parece descabellado pensar que sin trampas Federico Martín Bahamontes, que fue conocido por el sobrenombre de “El Águila de Toledo”, hubiera ganado varias vueltas ciclistas a Francia. Bahamontes, que nació en 1928, todavía vive, lo cual descarta que tomara cualquier tipo de droga. Sería imposible determinar a estas alturas si alguno de sus rivales lo hizo, pero por aquellos tiempos ya se tenía noticia de ellas o alguna sospecha con respecto a algunos de los ciclistas.
También caben otro tipo de sospechas, puesto que en la época no existían las cámaras de televisión, ni se podía hacer un seguimiento exhaustivo de cada ciclista, por lo que muy bien se podía meter a alguno de los ciclistas en una furgoneta y bajarlo unos cuantos kilómetros más adelante.
Tampoco se le ponían a Bahamontes muchos finales en alto, sino que se procuraba que entre la última cima y la meta hubieran unos cuantos kilómetros, para que sus perseguidores pudieran recuperar el terreno perdido en la subida. Y finalmente, el bueno de Federico contaba con otro hándicap. Solía correr sólo, puesto que los demás componentes de su equipo iban contra él.
Hoy, que ha ganado la Vuelta a Francia otro español, es buen día para recordar al primero que lo logró.
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