En los últimos diez años, al menos, no recuerdo haber comprado esta revista, ni la he visto por internet tampoco. Sólo recuerdo que existe cuando da la nota y la sacan a relucir los demás medios. Esta vez la gracia ha consistido en que le han otorgado el premio “Gilipollas del año” a Federico Jiménez Losantos. El hecho de que otorguen ese premio ya da idea de su apuesta por la sal gorda, por algo que, en lugar de humor, podría tener otro nombre.
Le han dado ese premio a Federico Jiménez Losantos, pero es que eso es muy fácil, es como si hubieran instituido el premio únicamente para él. Es tan fácil que los mismos que le han dado el premio se han visto en la obligación de añadir algo más y aquí es en donde han caído en su propia trampa, puesto que han venido a desvelar su condición.
Los terroristas de Terra Lliure secuestraron a Federico Jiménez Losantos, lo ataron a un árbol, le dispararon a una rodilla y lo abandonaron en esta situación. Este es un acto que no admite disculpas de ningún tipo y además tuvo consecuencias, puesto que FJL y algunos más abandonaron Barcelona. Hacer bromas sobre un acto terrorista es una brutalidad inconcebible y esto es lo que hizo la revista El Jueves, para disimular la inconsistencia de su premio, para corregir su poca gracia inicial. No creo que sea necesario decir a qué altura se han puesto ellos mismos, cada uno puede calcularlo por su cuenta. Discrepar de las opiniones de alguien no autoriza a caer tan bajo.
Como era previsible, el interesado ha anunciado su intención de querellarse y como respuesta la revista no ha dudado en bajar un escalón más, en recrudecer la burla por el atentado. Tal vez, calculan que todo esto hace que aumenten sus ventas, con lo que aunque les pongan una multa salen ganando. Las cosas, a veces, son así. Evidentemente, los hay a quienes a les gustan estas “gracias”. Y la revista acaba ganando dinero y publicidad.
Le han dado ese premio a Federico Jiménez Losantos, pero es que eso es muy fácil, es como si hubieran instituido el premio únicamente para él. Es tan fácil que los mismos que le han dado el premio se han visto en la obligación de añadir algo más y aquí es en donde han caído en su propia trampa, puesto que han venido a desvelar su condición.
Los terroristas de Terra Lliure secuestraron a Federico Jiménez Losantos, lo ataron a un árbol, le dispararon a una rodilla y lo abandonaron en esta situación. Este es un acto que no admite disculpas de ningún tipo y además tuvo consecuencias, puesto que FJL y algunos más abandonaron Barcelona. Hacer bromas sobre un acto terrorista es una brutalidad inconcebible y esto es lo que hizo la revista El Jueves, para disimular la inconsistencia de su premio, para corregir su poca gracia inicial. No creo que sea necesario decir a qué altura se han puesto ellos mismos, cada uno puede calcularlo por su cuenta. Discrepar de las opiniones de alguien no autoriza a caer tan bajo.
Como era previsible, el interesado ha anunciado su intención de querellarse y como respuesta la revista no ha dudado en bajar un escalón más, en recrudecer la burla por el atentado. Tal vez, calculan que todo esto hace que aumenten sus ventas, con lo que aunque les pongan una multa salen ganando. Las cosas, a veces, son así. Evidentemente, los hay a quienes a les gustan estas “gracias”. Y la revista acaba ganando dinero y publicidad.
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