Como era de esperar y quizá por mucho tiempo, el vídeo más visto es el que contiene el famoso lapsus de Zapatero. El presidente afirma que “para nada estaba pensando en eso” y por su parte Pedro J. dice que durante las cien horas que ha tenido de conversación con el presidente (¡toma ya, Sonsoles!), apenas le ha escuchado algún pequeño taco.
Lo que revela todo esto es que Zapatero habla mecánicamente, sin creer en lo que dice y, por tanto, la imaginación se le va por los cerros de Úbeda. Y merced a esto puede que este vídeo acabe por ser el más visto del mundo. Zapatero no puede creer en lo que dice porque cada día dice una cosa. Un día se queda sentado ante la bandera de los Estados Unidos y otro hace cola para envolverse con ella; un día suscribe el pacto del Tinell para arrinconar al PP y otro se propone pactar con él para formar gobierno en el País Vasco y, mientras tanto, mantiene el pacto con ERC en Cataluña.
De todo esto se desprenden dos cosas. La primera es que, como es habitual en nuestra clase política, lo único que le importa a Zapatero es el poder. Y la segunda es que la actual democracia española ya ha dado de sí todo lo que tenía que dar y conviene pasar cuanto antes a un estadio superior, en el que el poder lo tenga realmente el pueblo.
Habría que reinventar desde el principio todo el sistema democrático español, para que en el nuevo sistema los políticos tuvieran no sólo la certeza sino también la evidencia de que son servidores del pueblo, y no lo que se creen ahora que son.
Con la separación de poderes, los políticos tendrían que prestar más atención a lo que hacen y dicen, no para evitar los lapsus, sino para no tener que desdecirse después.
Lo que revela todo esto es que Zapatero habla mecánicamente, sin creer en lo que dice y, por tanto, la imaginación se le va por los cerros de Úbeda. Y merced a esto puede que este vídeo acabe por ser el más visto del mundo. Zapatero no puede creer en lo que dice porque cada día dice una cosa. Un día se queda sentado ante la bandera de los Estados Unidos y otro hace cola para envolverse con ella; un día suscribe el pacto del Tinell para arrinconar al PP y otro se propone pactar con él para formar gobierno en el País Vasco y, mientras tanto, mantiene el pacto con ERC en Cataluña.
De todo esto se desprenden dos cosas. La primera es que, como es habitual en nuestra clase política, lo único que le importa a Zapatero es el poder. Y la segunda es que la actual democracia española ya ha dado de sí todo lo que tenía que dar y conviene pasar cuanto antes a un estadio superior, en el que el poder lo tenga realmente el pueblo.
Habría que reinventar desde el principio todo el sistema democrático español, para que en el nuevo sistema los políticos tuvieran no sólo la certeza sino también la evidencia de que son servidores del pueblo, y no lo que se creen ahora que son.
Con la separación de poderes, los políticos tendrían que prestar más atención a lo que hacen y dicen, no para evitar los lapsus, sino para no tener que desdecirse después.
'Contestando a sus preguntas sobre el magnesio'
'La resaca del amor'
'El tiempo en los brazos'
'Pui-mic'
'Ayuda a tu hijo a entrenar su inteligencia'
'Detrás de una gran mujer siempre hay otra que le pisa los talones'
'Un lugar llamado Oreja de Perro'
'La resaca del amor'
'El tiempo en los brazos'
'Pui-mic'
'Ayuda a tu hijo a entrenar su inteligencia'
'Detrás de una gran mujer siempre hay otra que le pisa los talones'
'Un lugar llamado Oreja de Perro'
1 comentario:
¿Por qué tipo de sistema abogaría su usía?
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