martes, 15 de mayo de 2012

Las declaraciones de Cavadas

Ya no recuerdo qué escritor contaba que cuando fue contratado por una universidad de Estados Unidos el primer consejo que recibió fue que no se acostara con ninguna alumna ni aunque ella misma se le metiera en la cama. Por los problemas legales que pudiera tener después.
En España estas cosas no se toman tan en serio. En el libro 100 personajes que hunden España, de Curri Valenzuela, hay un capítulo que se titula “Las que ligan para ascender”. Ocurre en todos los campos, la política, el periodismo, la empresa, tanto pública como privada, etc.
Son cosas que todo el mundo sabe y acepta como inevitables, o no les da demasiada importancia. Sin embargo, Pedro Cavadas ha dicho esto «Dudo mucho que un niño entienda lo que es ser médico. Te puede gustar llevar bata blanca o que creas que vas a ganar mucha pasta o que te tirarás a la enfermera, pero conocer profundamente la profesión es imposible» y se ha armado una zapatiesta considerable.
Se le había preguntado por la vocación y es evidente que en el sentido estricto y tal como se la quiere interpretar, no existe. Eso de que alguien tiene desde pequeño la vocación de ser médico, o escultor, o ciclista profesional, es mentira. Hay gente que nace con habilidad para versificar, para jugar al golf o para cantar, pero lo de la vocación es un modo hablar. Conocí a uno que estudió medicina porque en los pueblos todo el mundo ha de llevarse bien con el médico.
Por supuesto que ni todas las enfermeras se acuestan con los jefes de servicio, ni todos los médicos sueñan con tirarse a la enfermera, pero algún caso habrá, y Cavadas se ha servido de eso para dar su explicación sin importarle si es políticamente correcto o no hablar así.
Lo que Cavadas hace bien es operar y cabe intuir que la mayor parte de su tiempo está dedicado al estudio. Quienes ahora han aprovechado sus declaraciones para arremeter contra él no dudarían en requerir sus servicios si los necesitaran.

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