Fue Fernando Iwasaki, en un acto celebrado en la Feria del Libro de Valencia en el que se hablaba del cuento, modalidad literaria que al contrario de lo que ocurre en otros países no tiene mucho predicamento en España, dijo que los políticos y los banqueros sí que recurren a los cuentos para explicar la crisis. En este sentido, puso de relieve que el llamado Banco Malo bien podría ser el título de un cuento y también que presupone que hay bancos buenos.
Hay que ir ahora al blog de Joaquín Leguina, en el que también se habla del banco malo. Lo que dice no puede pillar a nadie por sorpresa. Es más, se ha dicho muchas veces. En artículos de prensa y en libros. Y aquí estamos los ciudadanos, aguantando todo lo que nos cae encima.
Pide el citado Joaquín Leguina un castigo ejemplar, sin especificar cuál, para que no se vuelva a repetir jamás lo sucedido. El castigo ejemplar se está dando, pero recae todo sobre las espaldas de los ciudadanos. Pregunta en el blog: Y el Gobierno, ¿cómo siguió cebando aquella burbuja a base de desgravaciones fiscales para la compra de viviendas? Pues nos dicen ahora que la culpa la tuvieron Aznar y Bush, o viceversa. Los miembros del gobierno de Zapatero están todos muy bien colocados, y por supuesto que los banqueros siguen con sus altísimos sueldos.
Cabe recordar también que Manuel Pizarro, en su debate con Pedro Solbes, vaticinó la catástrofe, pero ni siquiera en el PP le hicieron caso. Francisco Camps siguió con su demencial política, cosa que estamos pagando muy cara los valencianos. Sin embargo, el PP se propone reivindicarlo.
Parece ser que quien más habla del banco malo es Rodrigo Rato, cuyos intereses personales podrían no coincidir con los de los ciudadanos, y estos últimos son los que debería tener en cuenta el gobierno.
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