martes, 4 de diciembre de 2012

Díaz Ferrán, en el candelero

Han pillado a Díaz Ferrán y no me sorprende. Es decir, lo que no me sorprende es que un pez gordo actúe delictivamente, lo que me sorprende es que lo pillen. Quizá este Díaz Ferrán haya caído en desgracia.
Un pez chico también puede actuar delictivamente, pero con más riesgo. Si un pobre olvida incluir en la declaración de la renta cien euros que cobró quince meses antes y de los que ya ni se acuerda es llamado al orden por los servicios de Inspección de Hacienda. A los ricos que se llevan el dinero a los paraísos fiscales se les ofrece una amnistía fiscal, a la que se acogen apenas cuatro gatos, y saber por qué razón lo hacen. Los más se saben impunes. Si pudiendo pillarles Hacienda no lo hace ¿a qué tanto miedo?
Los oligarcas españoles, financieros y políticos, se protegen unos a otros, quizá por corporativismo, pero acaso también porque temen que haya dossieres en liza.
Sea por lo que sea, lo cierto es que no se ve en España que la justicia trate igual a los delincuentes de cuello blanco, a los que en la mayor parte de los casos ni siquiera se les puede llamar así, que a los pobres, a los que no ses perdona nada.
Quizá el peso de la ley caiga sobre Díaz Ferrán y le haga daño. Pero también es posible que si llegan a juzgarlo y condenarlo, luego le apliquen todos esos beneficios penitenciarios de los que gozan los de la crema. A algunos, por no decir que a la mayoría, incluso los indultan.
Me inclino a pensar que toda la publicidad que se ha dado en este caso, como en otros que han tenido que ver con personas famosas, tiene la finalidad de que nos creamos que Hacienda está vigilante. Es cierto que vigila, pero a los pobres.

'Pícaros, ninfas y rufianes'
'Los desorientados'
'Anécdotas de la Historia'
'La Biblia contada a los niños'
'¿Estás bien?'
'Imagino historias fantásticas'
'Las fabulosas aventuras del caballero Zifar'
'El primer viaje de nuestra vida'

 



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