jueves, 3 de enero de 2013

El PP dice que bajará impuestos cuando se pueda

Y al decir eso parece que da por sentado que no hay ningún otro modo de enfrentar la crisis que el que aplica el gobierno. Pero es que éste consiste en cargar el mayor peso del esfuerzo en una parte de la población.
Es posible y, sobre todo, deseable que los esfuerzos a los que se obliga a un sector de la población tengan éxito y mejore la economía. Sin embargo, estas mejoras no dejarán de ser coyunturales. El problema de fondo de la economía española lo constituye precisamente la clase política española, tan numerosa y organizada en grupos piramidales, en los que el requisito indispensable es la obediencia absoluta.
Mientras no se democratice España, garantizando de por vida la separación de poderes, en España no tendremos tampoco estabilidad financiera, porque la casta política, y cualquier otra casta que tenga poder, es insaciable.
Hace falta un Poder Judicial totalmente independiente y con medios. Me temo que los políticos actuales tratarán de evitar esto a toda costa, no vaya a ser que un juez le dé por investigar.
Hace falta que los diputados puedan votar en conciencia, y no lo que les mandan. Para que el Parlamento haga honor a su nombre. Si han de votar lo que les mandan, lo mejor es que se queden en casa y así los ciudadanos nos ahorramos las dietas. Cuando llegue la hora de votar cada partido puede mandar a un perro adiestrado que vote apriete la tecla correspondiente en cada uno de los escaños de que disponga.
Y hace falta que todos los partidos concurran a las contiendas electorales en igualdad de condiciones, puesto que en el sistema político que sufrimos y que ha propiciado la catástrofe en la que estamos inmersos algunos partidos tienen ventaja sobre los demás. Y la aprovechan.
Lo de bajar impuestos en estas condiciones parece complicado.

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