Gracias al sacrificio de unos pocos en tiempos pasados, los trabajadores del mundo desarrollado pueden desempeñar su labor de modo digno y razonable. Muchos de los trabajadores actuales son conscientes de que disfrutan de esos derechos porque otros lucharon y se sacrificaron por ellos. Son muchos los trabajadores los que conscientes del asunto, tratan de hacer honor a quienes lucharon por ellos. Hay otros que parecen creer que sus derechos les han caído del cielo y, metafóricamente hablando, se beben la sangre de quienes la dieron por ellos. Son esos de los que Marina Parés, en su web Acoso Moral, dice que ejercen violencia psicológica contra otros trabajadores. Dado el gran número de visitas que recibe esta web y la cantidad de información que contiene, cabe deducir que no son pocos quienes incurren en este comportamiento vil. No obstante, estos individuos son capaces de unirse a las manifestaciones del Primero de Mayo y además pensando que tienen derecho a ello. Poco sospechan que quien conculca la dignidad de otro es porque no aprecia la propia. E ignoran al mismo tiempo que sin dignidad no hay democracia. Más le viene a cuenta a la gente indigna vivir en una dictadura que en una democracia, puesto que sometiéndose al poder puede lograr ventajas materiales, que son las que le interesan.
Marina Parés lucha por la dignidad humana y todo parece indicar que al darse a conocer las técnicas del acoso, lo que ha ocurrido es que los acosadores sofistiquen sus métodos, para que sea muy difícil probar el delito. Y al mismo tiempo éste se ha extendido a otros sectores, y multiplicado.
Hay personajes muy bien situados que exigen la adhesión incondicional, o la sumisión absoluta, a quienes dependen de ellos. Hay personajes que ordenan que se emplee la violencia moral contra quienes no se pueden defender o que hacen como que no se enteran si tienen noticia de ella. No les importa incurrir en tan miserable comportamiento, pues saben que nadie se lo va a tener en cuenta y que siempre tendrán todas las puertas abiertas. Quienes en su día dieron sus vidas, prefirieron elegir la dignidad.
Marina Parés lucha por la dignidad humana y todo parece indicar que al darse a conocer las técnicas del acoso, lo que ha ocurrido es que los acosadores sofistiquen sus métodos, para que sea muy difícil probar el delito. Y al mismo tiempo éste se ha extendido a otros sectores, y multiplicado.
Hay personajes muy bien situados que exigen la adhesión incondicional, o la sumisión absoluta, a quienes dependen de ellos. Hay personajes que ordenan que se emplee la violencia moral contra quienes no se pueden defender o que hacen como que no se enteran si tienen noticia de ella. No les importa incurrir en tan miserable comportamiento, pues saben que nadie se lo va a tener en cuenta y que siempre tendrán todas las puertas abiertas. Quienes en su día dieron sus vidas, prefirieron elegir la dignidad.
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