viernes, 6 de junio de 2008

Ahora es el momento adecuado para comprar una casa

Dice la ministra de Vivienda. Pero si los ministros saben tanto, habrá que preguntarles por los motivos que tuvieron para callar cuando no era el momento. Ahora no habría tanta gente atrapada en una trampa que no tiene escapatoria. Claro que si se hubiera avisado entonces se hubiera perjudicado a los ayuntamientos, muchos de ellos regidos por el PSOE, que habían encontrado en el ladrillo el filón que les permitía financiarse y también colocar en las plantillas municipales a muchos de sus amigos y familiares. Entonces el gobierno callaba porque le convenía y ahora incita a comprar por lo mismo. Al gobierno siempre le interesa que los ciudadanos compren. Los ciudadanos entonces compraban porque los tipos de interés estaban bajos y los precios de los pisos no cesaban de subir. Ahora los tipos están altos y pueden continuar subiendo y los precios de los pisos pueden bajar más. La gente espera.
Da la impresión de que el gobierno quiere superar la crisis con medidas psicológicas. Diciendo que no hay crisis piensa que desaparece la crisis. Y con ello da pie a que entre Pablo Castellano y Ramón Tamames lleguen a la conclusión de que Solbes vive dentro de una burbuja autocomplaciente.
Miguel Sebastián se atreve a decir que a lo mejor Jean Claude Trichet se lleva una sorpresa y economía de la eurozona crece más de lo previsto y añade además que está convencido de que el BCE no subirá los tipos en julio. Y volvemos a lo del principio: si los ministros saben tanto, ¿cómo es que no previeron a su debido tiempo que venía una crisis de grandes dimensiones? ¿Cómo es que estando dentro de la crisis no la ven? Predecir la crisis actual era mucho más fácil que adivinar ahora cuando será la salida o a qué se deberá.
De todo ello se trasluce que el gobierno desea que los ciudadanos nos comportemos de forma inconsciente y nos lancemos a consumir, como si no ocurriera nada, como si las fuerzas vivas del mercado se comportaran exactamente como ordena Zapatero.

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