La Fallera Mayor de este año se llama Marta Agustín Ferrando, tiene 20 años y es estudiante de Diseño Industrial. La cámara de Consuelo Chambó nos la muestra vestida de azul. En las pálidas tardes/yerran nubes tranquilas/en el azul; en las ardientes manos/se posan las cabezas pensativas./¡Ah los suspiros!/¡ah los dulces sueños!/ ¿Qué no le diría Rubén Darío a Marta de haberla conocido? Como cada año, Valencia elige a la valenciana más hermosa para que represente a la ciudad. En este cometido juega con la ventaja que supone vestir el traje regional más hermoso.
En la otra fotografía, también de Consuelo Chambó, las demás falleras de la Corte forman piña en torno a la que ha resultado ganadora. Todas sonríen alegres, mientras Marta hace un gesto simpático. La cámara ha captado la espontaneidad. Con estas bellezas los fotógrafos pueden lucirse. Sea cual sea el gesto, siempre lucen hermosas. En la alegría de las falleras no se observa ninguna reticencia, ni tampoco hay asomo de envidia. Todas han compartido el mismo sueño, eso las une, y, por otra parte, con haber llegado hasta ahí ya se dan por satisfechas. Al final gana una, aunque merecían haber ganado todas. La fiesta fallera es solidaria, porque se nutre del esfuerzo de todos, del ingenio, de la gracia y de la simpatía.
¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción.
Ilusión, desde luego, sobra en el mundo fallero. ¿Qué sería de las fallas sin ilusión?
Para las fallas no hay crisis. Están acostumbradas a hacer lo que pueden con lo que tienen. Sin ilusión tampoco se puede salir de ninguna crisis. Es la lección de las fallas. Saber aprovechar lo que hay, para conseguir lo mejor.
Los sueños de los falleros tienden a lo alto. No cabe duda de que pretender hacer la mejor falla de todas, constituirse en el asombro del mundo entero, es un proyecto muy ambicioso. Y luego quemarla, haciendo desaparecer de este modo los vicios y las malas costumbres, sabiendo que al día siguiente reverdecerán. Sin duda que para dar motivo a las fallas del próximo año.
En la otra fotografía, también de Consuelo Chambó, las demás falleras de la Corte forman piña en torno a la que ha resultado ganadora. Todas sonríen alegres, mientras Marta hace un gesto simpático. La cámara ha captado la espontaneidad. Con estas bellezas los fotógrafos pueden lucirse. Sea cual sea el gesto, siempre lucen hermosas. En la alegría de las falleras no se observa ninguna reticencia, ni tampoco hay asomo de envidia. Todas han compartido el mismo sueño, eso las une, y, por otra parte, con haber llegado hasta ahí ya se dan por satisfechas. Al final gana una, aunque merecían haber ganado todas. La fiesta fallera es solidaria, porque se nutre del esfuerzo de todos, del ingenio, de la gracia y de la simpatía.
¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción.
Ilusión, desde luego, sobra en el mundo fallero. ¿Qué sería de las fallas sin ilusión?
Para las fallas no hay crisis. Están acostumbradas a hacer lo que pueden con lo que tienen. Sin ilusión tampoco se puede salir de ninguna crisis. Es la lección de las fallas. Saber aprovechar lo que hay, para conseguir lo mejor.
Los sueños de los falleros tienden a lo alto. No cabe duda de que pretender hacer la mejor falla de todas, constituirse en el asombro del mundo entero, es un proyecto muy ambicioso. Y luego quemarla, haciendo desaparecer de este modo los vicios y las malas costumbres, sabiendo que al día siguiente reverdecerán. Sin duda que para dar motivo a las fallas del próximo año.
'Don Juan Tenorio'
'Goya'
'El consuelo'
'Amor cruel'
'Sola'
'Alicia en el país de las maravillas'
'Libélula'
'Goya'
'El consuelo'
'Amor cruel'
'Sola'
'Alicia en el país de las maravillas'
'Libélula'
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