A los dirigentes de ERC no les gusta que se den a conocer sus derroches de dinero público. Como el diario ABC es el que va facilitando esa información últimamente, ellos hablan de imponer un cordón sanitario. Los argumentos que usan para defenderse no son tales. Alegan que probablemente los ministros y el resto de consejeros autonómicos también derrochan. Es decir, como en todas partes cuecen habas, ellos no se quedan atrás.
Esta gente pone los pelos como escarpias. No se les ocurre ahorrar gastos al contribuyente, y sobre todo teniendo en cuenta los tiempos que corren, y vigilar para que los demás partidos tampoco derrochen, sino que reivindican su derecho al despilfarro, bien sea de Carod, o de cualquier otro.
El recurso de los nacionalistas siempre es el mismo, cuando se les dice algo que no les interesa, contraatacan alegando que eso es un ataque a su tribu. A su maltratada tribu. Todo lo español, para ellos, es rancio y cavernoso. Y las noticias del ABC las tildan de “tam-tam”. He aquí que los nacionalistas se las dan de civilizados y mandan a la caverna a quienes no lo son. En realidad, es al revés. Lo anacrónico en los tiempos actuales es la ideología nacionalista. Es sabido, por otra parte, que puede decirse que hay democracia en un lugar cuando alguien que sostiene una teoría contraria a la de la mayoría puede pasear tranquilamente por sus calles. Es difícil, ya se sabe, mantener opiniones contrarias a las de la mayoría en aquellos lugares en los que gobiernan los nacionalistas es sumamente peligroso.
Dentro del mundo de los nacionalistas, los de ERC son los más radicales, como lo demuestra la reacción que han tenido contra el ABC. Es la prensa catalana la que debería haber sacado a relucir estas cuestiones. Como ERC no tiene poder sobre la prensa no catalana, trata de amedrentarla. Ya se ve como presenta al ABC como enemigo de los catalanes. Éstas son sus convicciones democráticas y éstos son sus métodos.
Esta gente pone los pelos como escarpias. No se les ocurre ahorrar gastos al contribuyente, y sobre todo teniendo en cuenta los tiempos que corren, y vigilar para que los demás partidos tampoco derrochen, sino que reivindican su derecho al despilfarro, bien sea de Carod, o de cualquier otro.
El recurso de los nacionalistas siempre es el mismo, cuando se les dice algo que no les interesa, contraatacan alegando que eso es un ataque a su tribu. A su maltratada tribu. Todo lo español, para ellos, es rancio y cavernoso. Y las noticias del ABC las tildan de “tam-tam”. He aquí que los nacionalistas se las dan de civilizados y mandan a la caverna a quienes no lo son. En realidad, es al revés. Lo anacrónico en los tiempos actuales es la ideología nacionalista. Es sabido, por otra parte, que puede decirse que hay democracia en un lugar cuando alguien que sostiene una teoría contraria a la de la mayoría puede pasear tranquilamente por sus calles. Es difícil, ya se sabe, mantener opiniones contrarias a las de la mayoría en aquellos lugares en los que gobiernan los nacionalistas es sumamente peligroso.
Dentro del mundo de los nacionalistas, los de ERC son los más radicales, como lo demuestra la reacción que han tenido contra el ABC. Es la prensa catalana la que debería haber sacado a relucir estas cuestiones. Como ERC no tiene poder sobre la prensa no catalana, trata de amedrentarla. Ya se ve como presenta al ABC como enemigo de los catalanes. Éstas son sus convicciones democráticas y éstos son sus métodos.
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