Cuando se intenta saber cómo es alguien ayuda mucho en el empeño fijarse en quienes deposita su confianza el interesado. Así vemos que en torno a Zapatero giran Miguel Sebastián, José Enrique Serrano, Jesús Caldera o Pepiño Blanco. Esa es la cera que arde a su alrededor. También conviene destacar la misión que encomienda a cada uno. Pepiño debe de estar haciendo fielmente lo que se le ha pedido, puesto que lleva ya tiempo haciendo lo mismo. Teóricamente, dados los recursos que emplea, no cabe esperar que convenza a nadie. Pero probablemente, en la práctica resulta que sí, porque de otro modo hubiera cambiado.
Su última hazaña ha consistido en llamar buitres carroñeros a quienes piden cuentas en el Parlamento por las catástrofes que ocurren en las obras públicas. Y apunta que en el metro de Valencia también ocurrió una muy grave y no tuvo consecuencias políticas. Cabría preguntarle a Pepiño si es que conoce alguna especie de buitre que no sea carroñera y si los socialistas valencianos hacen bien sacando a relucir una y otra vez ese accidente del metro o si cabe catalogarlos también como buitres carroñeros por ello. De todos modos, y ya que se refiere a los socialistas valencianos, convendría que tratara de averiguar los motivos por los que han perdido la conexión con los ciudadanos. Aunque averiguar esto es un poco más difícil que alumbrar simplezas.
Da la impresión de que Pepiño habla sin pensar en lo que dice, porque dice que el PP no tiene legitimidad para hacer ninguna crítica, puesto que el hundimiento del túnel del AVE no se ha producido por culpa de la gestión política, sino por las dificultades técnicas de la obra. Cabe pensar que se habrá quedado la mar de satisfecho después de semejante disquisición. Probablemente piensa que todo lo que ha dicho es lógico y que no se podía defender con mejores argumentos a Maleni Álvarez, la ministra de Fomento –“antes partía que doblá”-, y de paso ha conseguido echar estiércol sobre el PP. Como puede verse, ni ha defendido a Maleni ni ha podido ni tan siquiera molestar al PP.
Su última hazaña ha consistido en llamar buitres carroñeros a quienes piden cuentas en el Parlamento por las catástrofes que ocurren en las obras públicas. Y apunta que en el metro de Valencia también ocurrió una muy grave y no tuvo consecuencias políticas. Cabría preguntarle a Pepiño si es que conoce alguna especie de buitre que no sea carroñera y si los socialistas valencianos hacen bien sacando a relucir una y otra vez ese accidente del metro o si cabe catalogarlos también como buitres carroñeros por ello. De todos modos, y ya que se refiere a los socialistas valencianos, convendría que tratara de averiguar los motivos por los que han perdido la conexión con los ciudadanos. Aunque averiguar esto es un poco más difícil que alumbrar simplezas.
Da la impresión de que Pepiño habla sin pensar en lo que dice, porque dice que el PP no tiene legitimidad para hacer ninguna crítica, puesto que el hundimiento del túnel del AVE no se ha producido por culpa de la gestión política, sino por las dificultades técnicas de la obra. Cabe pensar que se habrá quedado la mar de satisfecho después de semejante disquisición. Probablemente piensa que todo lo que ha dicho es lógico y que no se podía defender con mejores argumentos a Maleni Álvarez, la ministra de Fomento –“antes partía que doblá”-, y de paso ha conseguido echar estiércol sobre el PP. Como puede verse, ni ha defendido a Maleni ni ha podido ni tan siquiera molestar al PP.
1 comentario:
Querido Vicente, está claro que de la cuadrilla que gobierna, hay satélites y de igual modo que Magdalena Alvarez es una antipática y aquella a la que llegan todas las críticas, a veces es necesario enviar al que "piernodoyuna" de turno para que haya coprotagosnitas de una situacion en la que lo verdaderamente importante no sea noticia.
Felices fiestas y que tengas mucho amor, mucha salud y trabajo, el dinero se ha esfumado!!
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