lunes, 21 de julio de 2025

Otro defecto del sistema

 

Nuestro Felón particular ya lo había puesto todo de manifiesto, porque no hay error de la Ley Fundamental en el que no se apoye para perdurar en el cargo, a pesar de que también se ha visto con creces que el sujeto no da la talla, le viene muy grande todo.

«¿La fiscalía de quién depende? Pues eso». Pero la aparición de Montoro en la escena ha servido para escenificar la necesidad de que la justicia sea independiente. En la actualidad, unos cuantos jueces tienen que recurrir al heroísmo para defender su independencia frente a las insidias y embestidas gubernamentales, lo que seguramente ha sentado muy mal a nuestro Felón, que habrá repartido puntapiés a diestro y siniestro. Y habrá vociferado.

Los jueces probablemente reciben ánimos de sus compañeros, bien por las redes, o por los cauces particulares de la judicatura, a pesar de que estos los tendrá muy controlados el ministro que tiene cara de bobo. No se ha de esforzar para que le salga.

Pero es curioso, porque Montoro, según van contando quienes se cobran las cuentas pendientes que tienen con él, hacía y deshacía sin miedo a que ningún juez tomara la decisión de indagar en el asunto. No se percibía que la nación estuviera en peligro, sino que paulatinamente iba recuperando el tono perdido. No se intuía tampoco que se pudiera recuperar ni la mitad de lo que Zapatero, en su grosería, se había llevado por delante. Tampoco hubo nadie en aquel gobierno de Rajoy que percibiera que se estaba gestando una mayúscula traición a los españoles. Un gobierno apoyado por todos esos partidos que odian a España, hacen lo que pueden para destruir España y cobran de España. ¿Cómo pudo darse este desbarajuste? El caso es que en este momento de la historia, y después de tantos años de estar dormido el caso, ha salido a la luz.

Esos libros míos



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