martes, 31 de marzo de 2009

Solbes, dormita; Zapatero, ni eso

Después de haber negado la crisis durante tanto tiempo, a pesar de que muchos vivían, desde mucho antes de que se reconociera oficialmente, situaciones insostenibles, después de haber alardeado, e incluso blasonado, de la consistencia del sistema financiero español, no ha quedado más remedio que intervenir la Caja Castilla-La Mancha. Pero no sin antes haber intentado que fuera Unicaja la que resolviera la situación.
El hecho es grave, porque lo mejor para los ciudadanos hubiera sido que se interviniera mucho antes. Es cómo más barato hubiera resultado para los contribuyentes y menos escándalo hubiera levantado. La ciudadanía, por otra parte, hubiera sabido que el gobierno miraba por los intereses de todos. Información no le faltaba al gobierno, puesto que quienes dirigen la caja intervenida son militantes de su partido.
Lo que ocurre es que las cosas no pueden ser tan bonitas. Todo ha sido tramposo desde el principio. Hernández Moltó, ya ex presidente, ya apuntaba buenas maneras cuando demostró tener estómago suficiente para humillar a un Mariano Rubio indefenso, en el intento de desmarcar al PSOE de las actuaciones que se le presumían al entonces gobernador del Banco de España. Esa disposición de Hernández Moltó ha sido premiada con innumerables cargos.
Lo del aeropuerto Don Quijote debe de haber sido uno de los muchos encargos que debe de haberse afanado en cumplir, porque no se entiende de otro modo que la Caja Castilla-La Mancha se haya embarcado en ese negocio.
Por su parte, el gobernador del Banco de España, que también ha presumido de la implacable y tenaz supervisión del organismo que dirige, ha quedado en entredicho. Estos personajes suelen pedir que se abarate el despido, pero ellos no dimiten nunca. La tardanza en intervenir el Banesto, en su día, resultó perjudicial para muchos, pero lo de la Caja es peor. El Banesto era una entidad privada y la Caja Castilla-La Mancha no lo es tanto.

lunes, 30 de marzo de 2009

El presunto asesinato de Juan Pablo I

El periódico Levante-EMV da noticia hoy de un libro de Jaume Barallat, ex sacerdote e historiador, titulado “Por qué matar a Juan Pablo I”. Según cuenta el periódico, Barallat dijo que los perdedores del Concilio Vaticano II se sentían muy inquietos ante lo que representaba el electo Papa. De sus investigaciones resulta que hubo una serie de acciones determinadas que tendían a un fin. No hay pruebas, pero a Barallat no le cabe ninguna duda de que fue un presunto asesinato. Como esto último va entrecomillado en el artículo periodístico, cabe pensar que lo dijo de este modo.
Yo no lo hubiera dicho así. Hubiera dicho que dadas las circunstancias no se puede descartar el asesinato, o que las posibilidades de que fuera asesinado son grandes, etc. La palabra presunto se viene colando las más de las veces de modo indebido. No se debe hablar de asesinato hasta que no lo dictamine un juez, pero menos se puede sospechar de un presunto asesinato.
En otro orden de cosas, y con respecto al contenido anunciado del libro, no cabe duda de que fue un grave error del Vaticano no permitir la autopsia del citado pontífice. Dadas las circunstancias en que se produjo su fallecimiento, era un trámite indispensable. Los tiempos cambian. Lejanos han quedado aquellos tiempos en los que el Papa, los obispos o los curas podían decir lo que se les ocurriese y ¡ay! de quien osara no seguir sus instrucciones. En la actualidad, si nombran cardenal a un zote ya se sabe que es por su habilidad en las artes de la lisonja y la adulación.
Hoy en día todo se somete a examen, como prueba el citado libro, y del dato aparentemente más irrelevante se pueden sacar a menudo jugosas conclusiones. Sobre todo, si se relaciona con otros muchos pequeños o grandes datos que apuntan en la misma dirección. De modo que si la muerte de Juan Pablo I fue accidental, al no haber hecho la autopsia, se puede pensar cualquier cosa.

domingo, 29 de marzo de 2009

Que paguen los ricos la crisis

Hubo una manifestación en Barcelona, que congregó unos miles de personas, bajo el lema “Que la crisis la paguen los ricos”. Unas cien agrupaciones daban soporte a la plataforma convocante de la manifestación contra la penuria de las clases obreras. O sea que cuando Zapatero dice que los más débiles no sufren a causa de la crisis, demuestra que o no se entera o que no le importa el sufrimiento ajeno.
La convocatoria no tuvo mucho éxito y acaso el demagógico lema tuvo mucho que ver en ello. Quienes más culpa tienen en la crisis deberían ser quienes más pagaran, pero hay muchos ricos a quienes no se puede culpar y, por otro lado, nadie cree que existan posibilidades de hacer pagar algo a quienes más han hecho en pro de la crisis. Los mayores responsables son los políticos, que son quienes dictan las normas y vigilan su cumplimiento. Los grandes financieros, por su parte, suelen tener unas cláusulas de rescisión elevadísimas, sin que la clase política haya hecho nada por impedirlo. Ninguno de los que han llevado sus empresas al borde del precipicio ha dimitido y ni siquiera reconocido su error.
La única defensa que queda a las clases trabajadoras es el voto responsable; pero el voto suele ser caprichoso. Aclaro que con esto no estoy recomendando que se vote a nadie, sino que cuando se vote, sea a quien sea, no se haga por capricho. Si se vota de este modo, luego se consiente cualquier exceso o abuso al partido por el que se ha votado. Hay ex alcaldes que fueron condenados por su gestión y están en la cárcel, por los que en su día se convocaron manifestaciones de apoyo. Es el voto caprichoso el que juega a favor de los ricos y acaba perjudicando a los pobres.

sábado, 28 de marzo de 2009

Lo cuenta Ramón Tamames

Dice que el 12 de febrero de 2009 se presentó en Madrid el programa para la presidencia española de la UE, y que aprovechó el acto para explicarle al presidente del gobierno que resulta ineludible hacer algo similar a lo que fueron los Pactos de la Moncloa. ¡Ah!, pero tenemos un presidente que se considera perfecto, no ejerce jamás la autocrítica, por lo que se ve. De modo que contestó que él ya ha pedido a la oposición y concretamente al PP, que ayude a tirar del carro.
Como a estas alturas todo el mundo puede deducir fácilmente, de las palabras de Rodríguez Zapatero se desprende que lo que ha exigido al PP es que le aplauda en todo y que se sume a su grupo de seguidores incondicionales. Para tener idea del grado de tolerancia del personaje basta con fijarse en su férreo control del partido. Comparado con lo suyo, lo de Alfonso Guerra es un juego de niños.
No cae en la cuenta, nuestro simpar presidente, en un detalle fundamental: Adolfo Suárez logró llevar a buen puerto los Pactos de la Moncloa y él ni siquiera ha logrado tener éxito en la convocatoria. Y es que Adolfo Suárez fue un político, con defectos, pero un político, no un Narciso.
Pero es que lo más sustancioso de la citada conversación entre los dos interlocutores citados vino luego, cuando dijo lo siguiente: "No. Mira Ramón, no os enteráis. Somos los que menos estamos sufriendo la crisis y los que antes vamos a salir. Los indicadores de paro y déficit se van a resolver y, lo más importante de todo, no sufrirán los más débiles".
Este pensamiento suyo se comenta por sí solo. Sólo cabe interpretar que como él no sufre, piensa que los demás tampoco. Vamos que ni se plantea que pueda haber alguien pasándolo mal. Y, sobre todo, está convencido de que sabe más que nadie. De lo que sea.

viernes, 27 de marzo de 2009

Lesbianas

Desconozco las causas de la homosexualidad. Lo he dicho ya alguna vez. Sean cuales sean los motivos, la cuestión es que hay personas homosexuales. No es necesarios, para quien mira las cosas desde fuera, conocer esos motivos. Lo que cuenta es que la homosexualidad no hace que las personas sean más buenas o más malas. Lo que hay que tener en cuenta, entonces, es que los homosexuales son seres humanos y merecen tanto aprecio y respeto como los demás.
Al día de hoy son muchos los homosexuales masculinos que han decidido dar a conocer su orientación sexual, dado que, aparentemente, ya pueden hacerlo sin riesgo. Digo que aparentemente porque los prejuicios que se arrastran desde hace siglos no pueden desaparecer de la noche a la mañana. Lo políticamente correcto hoy en día es aceptar a los homosexuales, y se les acepta, pero la procesión va por dentro. La homofobia sale a relucir espontáneamente, sin que se den cuenta los interesados. Sí que lo captan los homosexuales, como es natural, y si están entre personas de confianza se quejan.
En el caso de las lesbianas la situación es peor. En El Periódico hay una entrevista con Beatriz Gimeno, que dirigió la federación estatal de gais y lesbianas, en la que ésta afirma que hay más lesbianas que gais, pero que ellas todavía no se atreven a dar a conocer este aspecto suyo. Si los homosexuales fueran tan aceptados como parece, las lesbianas no tendrían ninguna dificultad como presentarse como tales. Pero como dice Beatriz Gimeno, ni siquiera las políticas cuyo lesbianismo es conocido por la opinión pública se atreven a dar el paso de presentarse como tales. Pero el hecho de tener que ocultar una parte importante de sí mismo es cruel. Hemos de convenir, entonces, en que la sociedad es cruel.

jueves, 26 de marzo de 2009

Un miembro de la ejecutiva del PSOE

No suelo leer los artículos que escriben los políticos porque resulta deprimente enterarse de lo que piensan, quizá la alta tasa de suicidios tenga que ver con esto. Hoy, sin embargo, he caído en el de José Andrés Torres Mora, diputado y miembro de la Ejecutiva del PSOE, según reza al final de su artículo en El País. Hablando de rezar, da la impresión de que si el citado articulista le reza a alguien será a San Zapatero, que bien contento debe de estar con él.
Lo que dice es que su partido disponía de la opción de apoyar la investidura de Ibarretxe, que era la opción más cómoda, y en lugar de eso ha preferido que Patxi López sea el lendakari, porque el partido piensa que eso es lo mejor. De modo que, según deja caer, los ciudadanos debemos estar agradecidos al PSOE por haber tomado esta decisión. Pocas veces un alto ejecutivo de un gran partido había dicho con tanta claridad que los ciudadanos somos súbditos.
Y para hacer ese gran favor a los ciudadanos, su partido, el PSOE, se alía con el PP, partido al que no cesa de criticar en todo el artículo. Y no apoya (ojo con la palabrita de Zapatero) al PNV, partido al que no cesa de alabar en todo el artículo. Ciertamente, es muy confuso el artículo y un extranjero que no conociera la política española se armaría un verdadero lío. Y si además le explican que el PSOE firmó el pacto del Tinell, con el que se pretendía aislar al PP, aún lo entendería menos.
También es conocido el sistema que se usa para votar. Pero que un diputado cuente, con toda naturalidad, que la portavoz de su grupo ha levantado tres dedos y que eso significa que hay que votar no, es definitivo. ¿Hubiera sabido él qué votar si no se lo hubieran dicho? ¿La hubiera importado la opinión de los ciudadanos más que la de su jefe?

miércoles, 25 de marzo de 2009

Ibarretxe y sus “razones”

Según dicen los políticos (cuando creen que todos les escuchan) su misión es la de servir a los ciudadanos. Sin embargo, cuando pierden el poder les da el ataque de nervios, con lo que demuestran claramente que aquel anuncio suyo es total y absolutamente falso. Un político puede hacer una gran labor por los ciudadanos estando en la oposición. No debería importarle, entonces, perder unas elecciones. Tampoco debería sentirse frustrado emocionalmente. El público no es infalible ni pretende serlo.
Cualquiera de los votantes, si se detiene a pensarlo, se cuenta inmediatamente de que lo que le conviene por encima de todo es la alternancia. Todo el mundo puede comprender, sin apenas esfuerzo, que cuando un partido se enquista en el poder resulta muy difícil impedir la corrupción y que con el tiempo ésta se puede extender por todo el partido. Pero cuando quienes han perdido el poder no aceptan de buen grado el hecho, la presunción teórica inicial, pasa a ser sospecha fundada. Otra cosa es que luego esa corrupción salga a la luz, porque los bomberos no se pisan la manguera unos a otros.
Ibarretxe sabe que no tiene ninguna solución, su tiempo se ha acabado. Los votantes del PSOE y los del PP no tolerarían que estos dos partidos no fueran capaces de entenderse. Ni el PP ni el PSOE pueden apoyar al PNV porque sus votantes no lo aceptarían. Ibarretxe lo sabe, por lo que se puede deducir que lo que pretende es enrarecer el ambiente.
La gente está harta de ETA y esta es la oportunidad de acabar con la banda. La gente no cree que el PNV quiera acabar con la banda y este es el dato que le aparta irremisiblemente del poder. De modo que hay dos razones en contra de Ibarretxe: la alternancia y la posibilidad de acabar con ETA.

martes, 24 de marzo de 2009

Un céntimo al mes

En España son posibles estas cosas. Durante las campañas electorales se nos promete el oro y el moro y aun más, según qué partido sea, se habla de un modo o de otro del aborto. Una vez acabadas las elecciones, hay políticos (no sé si muchos o pocos) que ponen su empeño en colocar lo mejor que pueden a sus familiares y amigos.
En lo que respecta a los votantes, la situación cambia ligeramente. Si una mujer, embarazada o no, decide pedir ayuda se la remite a la ley tal o cual. Todo está previsto en las leyes, así que los políticos tienen muchas facilidades para salir del paso. Por ejemplo, un ciego de Barcelona pide una prestación y recibe una carta en la que se le comunica que se le ha concedido un céntimo al mes y que tiene a su disposición 18 céntimos en concepto de atrasos. Consultado el organismo emisor, no sólo no se avergüenza, sino que explica que el solicitante ya tiene otra pensión. Se desprende de lo que dice que no es incumbencia suya el hecho de que la pensión sea insuficiente.
Cabe pensar que si las pensiones fueran suficientes, o acumulables si se dieran ciertas condiciones, Carod, por ejemplo, no podría ir por el mundo regalando millones, y llevándose a la televisión detrás, que también cuesta dinero, para que lo filme. Los regalos de Carod son como los de esos padres que regalan a sus hijos los juguetes que quisieran tener ellos, aunque a los receptores no les ilusionen demasiado, porque sus gustos y necesidades van por otros derroteros.
También es propio de España (es dudoso que pudiera darse algo similar en algún otro país del mundo) que ningún columnista de los medios de Cataluña critique ni el céntimo ni las dádivas de Carod. Eso deben de dejarlo para los de Madrit, que siempre tienen ganas de atacar a Catalunya.

lunes, 23 de marzo de 2009

El artículo de Pedro J.

El artículo de esta semana de Pedro J. se titula El Gran Gigoló y está dedicado al que acaba llamando Narciso. Probablemente, basta con estos datos para que todos, incluso los que no han leído el artículo del director de El Mundo, sepan ya de quien se trata.
En el artículo se repasa la trayectoria del personaje y aparecen los nombres de Eduardo Fungairiño, Victoria Prego, Míster X, Marey, Vera, Liaño, Sogecable, Antonio Navalón, Bacigalupo, Ancos, Ruiz Mateos, Mario Conde, Mayor Oreja, Aznar, Rubalcaba, Zapatero, Richard Gere, Felipe González, Botín, y algunos que a buen seguro me he dejado por el camino. Tampoco es necesario hacer un recuento minucioso.
Lo que ocurre es que sin querer se hace un repaso general de la historia reciente española del que queda la sensación de que la impunidad y la corrupción campan a sus anchas por este solar que se llama España. Resulta curioso que el mayor temor de quienes fueron encargados de urdir el sistema político por el que nos tendríamos que regir en adelante fuera el de que no se reprodujeran aquí los usos italianos. Y eligieron un sistema que al dar todo el poder a los partidos, propicia que se imite a los italianos en lo peor: en la corrupción.
Algo de esto viene a decir Félix de Azúa en su artículo, también de hoy, titulado “Italia y España, una confluencia”. Italia, dice, es admirable en muchos aspectos, pero si la superamos en algo, no es en lo que dijo Zapatero, sino en lo peor.
Con respecto al artículo de Pedro J., es curioso que Santiago González haya detectado el oxímoron en el que ha incurrido el editorialista de El País al escribir lo siguiente: “el PSOE toma inmediatas medidas contra los encausados procedentes de sus filas”, y pasa por alto el solecismo de su director, que puso lo siguiente: “en base a las pruebas”.
Si Pedro J. hubiera leído el libro Hablar con corrección, de Pancracio Celdrán Gomariz, conocería esta coplilla:

Y es que en el mundo traidor
nada es verdad ni es mentira
todo es en base al color
del cristal con que se mira.

domingo, 22 de marzo de 2009

El lince

Aunque es suficientemente sabido, no está de más recordar que para Julián Marías los dos grandes males del siglo XX fueron la aceptación social del aborto y la popularización de las drogas. En lo que a mí respecta, ya he explicado algunas veces que la legalización del aborto fomenta el egoísmo y establece la preponderancia del fuerte sobre el débil.
Por otro lado, no queda más remedio que reconocer que para algunas mujeres, que inesperadamente se han quedado embarazadas, resulta totalmente imposible, o al menos ellas lo ven así, criar al hijo que esperan. La sociedad es inmadura, tiene muchas carencias, y no puede resolver este problema. Por mucho que duela un aborto, no se puede criticar que una mujer en estas condiciones lo haga. Más difícil es comprender cuando se produce por motivos caprichosos o egoístas. Sin embargo, vivimos en un mundo caprichoso y egoísta. Las mujeres que lo pueden pagar, abortan; si no puede ser en un sitio buscan otro. Las que no pueden pagar, a veces arriesgan sus vidas.
Hay que luchar contra el aborto y el camino es largo. Pero esta lucha debe llevarse a cabo con realismo. Esto significa que los esfuerzos deben estar dirigidos a mejorar la sociedad, cada uno en aquello en lo que pueda. Cada uno debe intentar ser mejor persona, menos egoísta, más preocupado por el prójimo. Quienes dicen estar en contra del aborto deben demostrar que quienes ya han nacido les interesan tanto como quienes están por nacer.
La campaña del lince, sin embargo, no tiene nada que ver con eso. No intenta convencer a nadie, puesto que el mensaje, tan simplificador y fuera de sitio, no puede ser tomado como un argumento. Lo que pretende esa campaña, a todas luces, es producir un impacto emocional en los ya convencidos. Probablemente, para que no se pasen al otro bando. Quienes la lanzan demuestran tener muy poca fe en ellos. Y poco respeto.

sábado, 21 de marzo de 2009

Joan B. Culla y Rosa Díez

Resulta descorazonador comprobar cómo se tratan en Cataluña los asuntos que tienen que ver con España. En este caso, el nacionalista catalán Joan B. Culla i Clarà, ayer día 20, escribió un artículo en la tribuna que le brinda el diario El País titulado Patriotismos y canallas, en el que sin más da por buenas las conjeturas que se derivan de la filtraciones, por el diario en el que escribe, del sumario del caso Gürtel, que, como casi todo el mundo sabe, no debería haber salido del ámbito que le es propio.
Encoge el ánimo comprobar la facilidad con la que se admiten en Cataluña afirmaciones que adolecen del mínimo rigor y seriedad. Cualquier cosa que convenga a la megalomanía catalanista es aceptada sin más. Todo lo que se haga al tiempo que se ondea la cuatribarrada tiene de partida grandes posibilidades de que sea bendecida por la grey nacionalista.
¡Ah!, pero lo que no conviene o no gusta, porque proviene de sectores que no comulgan con las ruedas de molino que ofrecen los nacionalistas, es sometido al más cruel de los análisis, puesto que no se tienen en cuenta más posibilidades que las que inducen a la condena. Así pues, si Rosa Díez se refiere a las transferencias de fondos millonarias a la Generalidad de Cataluña, en lugar de explicar que esas transferencias se llevan a cabo de modo discrecional por el gobierno, porque le conviene electoralmente (motivo éste que faculta a los demás a criticar la medida, también por motivos electorales), el articulista saca a relucir el pasado de Rosa Díez y también lo hace de la forma que conviene al catalanismo. Saca a relucir el pasado de la diputada vasca, pero sólo la parte que le conviene y al tiempo que por ese lado le adjudica una foto fija, por el otro la tilda de ultraespañolista. Hay que ver cómo está el patio y a qué extremos se llegan.
Y después de una exposición tan sesgada, con la que trata de poner a Rosa Díez a los pies de los caballos, trae a colación la frase “el patriotismo es el último refugio del bribón”, que pronunció Samuel Johnson, y pide a los lectores que juzguen por sí mismos.

viernes, 20 de marzo de 2009

Los cien mil vascos y Fritzl

Los atroces crímenes de Josef Fritzl han conmovido al mundo entero. Sin embargo, conviene caer en la cuenta de que no escasean quienes perpetran maldades contra otras personas de modo consciente y continuado. Y saben encontrar coartadas con las que justifican sus malas acciones, que también minimizan. Las personas que cometen maldades a conciencia y de forma continuada y además minimizan el daño que hacen, con lo que ello significa de desprecio a sus víctimas, son malas. Estando sumergidas en el mal, lo mismo da estar un centímetro por debajo del nivel que diez metros. Quien se sumerge en el mal un centímetro, si se dan las circunstancias precisas puede bajar al fondo.
En las pasadas elecciones en el País Vasco, estaban representadas todas las ideologías habidas y por haber. Sin embargo, cien mil de los vascos decidieron mantener su fidelidad a ETA. Han podido votar a Aralar, que viene a ser como ETA, pero sin atentados, en plan pacífico. Pero estos fulanos han querido mantenerse fieles a los sanguinarios etarras. Puede decirse, sin temor a exagerar, que estos cien mil vascos son como Josef Fritzl. Cien mil monstruos de maldad. Puesto que se resisten con tanta terquedad a abandonar el mundo del mal, habría que celebrar el hecho de que hayan sido apartados de la política. En democracia vale igual el voto de una persona sabia que la de la más ruin de todas. Las cosas son así y no se pueden remediar, porque en este caso se empeorarían. La cuestión es que nadie les ha impedido votar, han sido ellos mismos quienes han optado por ETA.
El empecinamiento de los nacionalistas vascos en el intento de deslegitimar las elecciones, porque el resultado no les sirve, les deslegitima a ellos moralmente.

jueves, 19 de marzo de 2009

El cónsul de España en N.Y. y M.J. Carrascosa

El cónsul de España en Nueva York es Fernando Villalonga, y dice que como representante del gobierno español está “implicadísimo” en el caso Carrascosa, que habla todos los días por teléfono con María José Carrascosa y que la visita cada quince días. Ningún otro preso recibe ese trato, añade. No cae en la cuenta este hombre en la cuestión fundamental: al decir que ningún otro preso recibe ese trato da por bueno el hecho de que ella esté en la cárcel. Olvida que los tribunales españoles fallaron a su favor. A partir de estos datos, cualquiera puede pensar que si estuviera en el lugar de María José Carrascosa consideraría las llamadas del cónsul como mortificaciones que habría que soportar para no empeorar las cosas.
Por otro lado, estando tan implicadísimo como dice que está, María José Carrascosa sufre vejaciones constantes, agresiones y castigos, y tampoco se la medica como requiere su estado de salud, motivo por el cual ha sufrido una gran desmejora. ¿Cómo serían las cosas si no estuviera tan implicadísimo? ¿Qué respeto le tiene a él el director de la cárcel? ¿Podemos los españoles viajar tranquilamente a Nueva York sabiendo cómo se “implica” el cónsul y qué resultados obtiene?
El dato relevante es que ella tiene unas cuantas sentencias favorables de los tribunales españoles y que la justicia de los Estados Unidos de América ha pasado sobre ellas, sin miramientos de ningún tipo. Debería haberse personado en el caso, haber nombrado un abogado y haber decidido una estrategia. Dadas las circunstancias que concurren en el caso, el Estado español no debería consentir que una ciudadana española, sola y desconcertada afrontara una situación tan complicada.
Dice el cónsul que está tratando de hacer un pacto con Peter Innes. Quizá el gobierno español le ha ordenado que haga que parezca que hace. Peter Innes ha demostrado que disfruta con el sufrimiento de su hija y de su ex esposa.

miércoles, 18 de marzo de 2009

El doble rasero de El País

En la instrucción del juez Baltasar Garzón hay unos leves indicios que inculpan a Francisco Camps, de los que es muy posible que al final quede totalmente absuelto. Abona este último supuesto el hecho de que El País insiste una y otra vez el intento de enturbiar su figura. No ocurriría lo mismo si las pruebas de su culpabilidad fueran evidentes.
Pero aunque Francisco Camps resulte absuelto, puede que su carrera política quede gravemente dañada y ya no pueda volver a presentarse a otras elecciones. Nada de esto hubiera ocurrido si todo el proceso judicial se hubiera desarrollado del modo previsto por la ley. Pero El País fue filtrando gota a gota toda esa información que no debió salir del juzgado. Y todavía no se sabe quien fue el culpable de la filtración. Así funciona la justicia.
En el día de hoy, en un editorial, El País insiste en que Francisco Camps debe acreditar el pago de los trajes, cuando es el acusador quien debe probar su acusación. Pero es que además, el editorialista afirma que para defender al presidente valenciano, se intenta desacreditar al juez y al testigo.
Si no se hubiera filtrado nada, no ocurría lo que dice. El nombre de Francisco Camps no aparecería mientras los cargos no fueran firmes. Cabe la posibilidad de que el sastre, o lo que sea, no hubiera perdido su empleo. Baltasar Garzón, por su parte, no necesita que nadie le desacredite. Él ya hace lo que puede para aparecer en los medios, por cualquier motivo, cuando no es por una cacería, es por una filtración y cuando no es por ninguna de las dos cosas, es por unos honorarios no declarados al CGPJ.

martes, 17 de marzo de 2009

El Periódico y Rosa Díez

No necesitaría calentarse mucho la cabeza ayer el editorialista de El Periódico. En la Cataluña actual, en la que rige el pensamiento único, hay tics que funcionan sin más. No es necesario extenderse en explicaciones. Se cita el españolismo rampante o el españolismo rancio y ya se obtiene la aquiescencia general. Ni siquiera se tiene en cuenta que, con más motivo, se podría hablar de catalanismo rampante o rancio.
El Periódico de amarillos a otros periódicos, sin experimentar ningún tipo de reparos ni mirarse en el espejo. Es triste ver como en Cataluña ha desaparecido el rigor y cualquier cosa que encaje con el sentir nacionalista es admitida sin más. Y con la misma facilidad tilda de “prisionero de un visceral antivasquismo” al discurso de Rosa Díez, cuando todo el mundo sabe que sólo es antinacionalista.
El Estado de las Autonomías puede considerarse como una gran idea, pero de lo que no cabe ninguna duda a estas alturas es que fue mal concebido y peor desarrollado. Se trata de una cuestión que debió haber sido cuidadosamente meditada y calculada en su momento. Sin embargo, la irresponsabilidad y el sectarismo de quienes participaron en las negociaciones y los debates, que se puso de manifiesto en el ulterior proceso político del país, propició el estado actual de la cuestión.
Si bien las autonomías han demostrado que pueden ser eficaces, también es cierto que han propiciado grandes despilfarros y disparates. La política debe procurar el bienestar de los ciudadanos, lo que no se puede lograr cuando los que tienen preponderancia son los nacionalismos y los partidos.
Es fácil encontrar en El Periódico críticas a Rosa Díez, José María Aznar, Mariano Rajoy, José Luis Rodríguez Zapatero, etc. Más difícil resulta encontrar en este mismo medio críticas a Juan José Ibarretxe, Pasqual Maragall, José Montilla o Jordi Pujol.

lunes, 16 de marzo de 2009

Se equivoca Juan Manuel de Prada

El desinterés por los problemas y angustias del prójimo, en nuestra sociedad, con mucha frecuencia es antológico. Un alto dignatario eclesiástico, de esos que ponen el grito en el cielo cuando unos padres deciden concebir un niño para salvar al hermano y luego tener dos hijos, puede fotografiarse sonriente con un acosador psicológico o con un político corrupto.
Es imposible comenzar la casa por el tejado. No se pueden cambiar las costumbres ni las apetencias de la gente con leyes ni con diatribas. Ni tampoco con discursos teóricos. La diferencia que hay entre predicar y dar trigo es muy conocida. Son muchos los que mueren cada día de hambre, sufren situaciones injustas o son pisoteados impunemente, ante la indiferencia general. Es muy justo y muy noble defender los embriones humanos, pero quienes insultan a quienes no piensan como ellos en este punto tendrían más crédito si se preocuparan también por combatir las injusticias cotidianas, concretamente las que tienen lugar ante sus ojos.
Juan Manuel de Prada ha escrito un artículo cuyo título, Bebés medicamento, resulta ofensivo tanto para Javier, el niño concebido para salvar a su hermano, como para Andrés, el niño que se ha curado de su Anemia Congénita Severa. Este título también puede empañar la felicidad que ahora mismo deben sentir los padres de ambos niños. Por el camino se han quedado unos óvulos y hubiera sido mejor que hubieran podido nacer todos. Pero se trataba de elegir entre ellos y Andrés.
Dice Juan Manuel de Prada que la ciencia tiene otras posibilidades. Yo di médula ósea hace más de veintes años. Desde entonces figuro en la base de datos mundial. Deben haber sido muchos los que hayan necesitado un trasplante de médula ósea, pero la mía no ha sido compatible con la de ninguno de ellos, puesto que no me han avisado. La compatibilidad no es tan frecuente como sería deseable.

domingo, 15 de marzo de 2009

Andrés y Javier

Javier es el niño que nació para salvar a su hermano Andrés. De modo que puede decirse que sin Andrés, Javier no hubiera nacido. Y sin Javier, Andrés no hubiera podido vivir. Ambos dos se deben la vida uno al otro y tienen motivos para conocer desde la más tierna infancia lo importante que es la colaboración entre los seres humanos y también que para que esta exista en necesario el amor.
Igualmente, resulta muy imaginar la felicidad de los padres, que se sentirán plenamente satisfechos de la decisión que adoptaron. Su vida cobra una nueva dimensión y ya pueden mirar ilusionados el futuro de sus dos hijos.
Resulta difícil explicar la actitud, sobre este asunto, de Rouco, Cañizares, Amigo, García-Gasco, etc., que en su día se afanaron en buscar argumentos para oponerse a las pretensiones de los padres de los niños. El ser humano es un fin en sí mismo y no un medio. Premisa que se cumple tanto en Andrés como en Javier. No hay ningún motivo que permita pensar que los padres van a querer a un niño más que al otro.
Por otro lado es cierto que hay un exceso de banalidad en el mundo. Baste como ejemplo el deseo de muchos padres de elegir el color de los ojos o del cabello de sus futuros hijos. Pero también cabe catalogar como banal la suposición de que evitando la concepción de Javier se iba a poner freno a la otra práctica. Al mismo tiempo, tendrán que reconocer que ellos también contribuyen a fomentar esa banalidad. ¿Cómo interpretar sino el hecho de que todos los obispos destinados en el País Vasco se muestren condescendientes con el entorno etarra? ¿Cómo se puede catalogar el hecho de que se castigara al pueblo de Sinarcas sin misa? Otro cardenal afirmó: En estos momentos no sólo soy el cardenal valenciano con más poder, sino el de toda España. ¿Es banal el culto al poder?
Lo que no parece nada banal es la lucha por la vida. Ni tampoco se puede considerar banal el triunfo del amor.

sábado, 14 de marzo de 2009

Carod subvenciona el bilingüismo en Ecuador

Hace unos días Carod Rovira escribió un artículo sobre la crisis, con el que pretendía pasar por un político formal y digno de confianza. Pero ese artículo estaba tan lleno de lugares comunes y olvidaba algo tan obvio y necesario en nuestros tiempos como es el de poner freno a los despilfarros de los políticos, que acaba por lograr un efecto contrario al deseado.
En el día de hoy, la prensa ofrece la noticia de que Carod ha destinado un millón de euros a subvencionar el bilingüismo en Ecuador. Quizá se trate de una subvención adecuada y recomendable, vista la cuestión sin tener en cuenta otros factores que la enturbian. Podría entenderse que se trata de facilitar el acceso a la cultura a determinados colectivos que tienen dificultades con el español.
Pero en estos tiempos que corren, en los que las situaciones familiares dramáticas abundan, este gasto induce a pensar en el derroche sectario y también, por tratarse de este personaje, en deseos de perjudicar al idioma español allá en donde pueda.
La democracia española no es tal, es una dictadura de los partidos, los ciudadanos somos seres de segunda, a los que se nos dictan consignas y se nos agobia con mensajes publicitarios. Y eso aun sería soportable, pero cuando nos llegan las noticias sobre los gastos suntuarios de los políticos, las subvenciones a entidades afines, o los escándalos que surgen por casualidad, nos preguntamos que para qué sirve la oposición. Porque los políticos de la oposición también cobran sus sueldos y su labor, teóricamente, consistiría en fiscalizar a quienes tienen el poder. Pero ocurre que no pueden criticarse unos a otros porque todos hacen lo mismo, cada uno en los lugares en los que puede. Es hora de cambiar el sistema, para que los políticos dependan de los ciudadanos y no de los partidos. Ello haría que subvenciones como la comentada se explicaran mejor o no se concedieran.

viernes, 13 de marzo de 2009

Acerca de García Trevijano

Según una noticia fechada ayer en la Revista Digital San Borondón, para Isidro Fuentes García el mayor pensador que ha habido en España en los últimos sesenta años es Antonio García-Trevijano. Yo no tendría nada que objetar a que piense de este modo si no fuera por el resto del reportaje. Así, cuando alude a que la Constitución que redactó para Guinea Ecuatorial no se pudo poner en práctica, porque fue sustituida por la de Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, conviene tener en cuenta que España, lamentablemente, no hizo escuelas en Guinea, por lo que la mayor parte de la población está por alfabetizar. Mal puede un pueblo atrasado asumir una Constitución, sea cual sea de las dos) que ha sido redactada por una persona culta y erudita.
En lo que respecta a su afirmación de que se dejó de lado a García-Trevijano durante la Transición, porque no estuvo de acuerdo con el modo de llevarla a cabo, y con la perspectiva que da el tiempo transcurrido, se puede afirmar que el número de errores cometidos fue grande, pero que podemos felicitarnos de que saliera como salió, pues la cosa pudo ser bastante peor. Fue el PSOE, el partido que se creía más demócrata de todos, el que enterró a Montesquieu. No se trató de algo pasajero, puesto que el control que ejerce ahora Zapatero sobre el partido es mucho mayor del que pudieron soñar jamás Felipe González y Alfonso Guerra. Por su parte, Santiago Carrillo, cuya más útil aportación al mundo probablemente fue su contribución al buen fin de la Transición, cada vez que dice algo pone de manifiesto el odio y el rencor que anidan en su corazón.
Cabe decir, casi con total seguridad, que si no hubiera estado Adolfo Suárez en el puente de mando durante el proceso transitorio, la cosa hubiera podido resultar catastrófica. Por otro lado, si se buscan los antecedentes democráticos en el pueblo español, que hubieran empujado hacia la creación de un sistema democrático real, lo que aparece es la costumbre totalitaria. Pero la democracia real debe de estar al caer. La gente cada vez cree menos en el sistema. Llegará un momento en que se desmoronará el edificio y habrá que rehacerlo. Los políticos deberían anticiparse y hacer la reforma voluntariamente y no dejar que llegue el momento en que haya que hacerlo por obligación.

jueves, 12 de marzo de 2009

Un cerdo volando

Dijo el destacado peneuvista Josu Erkoreka que sería tan difícil que Patxi López fuera lendakari como ver a un cerdo volando. Lo que los hechos han venido a demostrar es que, puesto que se refirió a este animal, lo correcto hubiera sido que dijera que a todo cerdo le llega su San Martín.
Las circunstancias requieren que el lendakari sea Patxi López por más que la cuestión produzca urticaria a Zapatero, como demuestran los intentos de El País para convencer a la opinión pública de las bondades de una alianza entre el PNV y el PSE. En la actitud del propio PSE puede adivinarse que está buscando una excusa para llevar a cabo esta alianza, pero no hay modo.
El PNV no puede llegar a un acuerdo que conlleve ceder la presidencia y ni a Patxi López ni a Zapatero se les perdonaría que desaprovecharan la ocasión. El PP, por su parte, las ve venir y está dispuesto a dejarse hacer de todo, con tal de no dar motivos para que lo culpen de no haber podido llegar a un acuerdo. De modo que Zapatero no tendrá más remedio que hacerse el ánimo y consentir que Patxi López, con la ayuda del PP, se afane en la tarea de acabar con ETA. El PNV ya ha avisado de que se va a echar al monte y ahora falta ver cómo puede ayudar a la banda asesina sin que se note, estando en la oposición.
Lo paradójico es que se lleve a cabo precisamente en el País Vasco lo que se demanda en el resto de España, como es la alianza entre el PSOE y el PP. La brutal crisis que sufrimos, que es principalmente de confianza, no se combate con las peleas partidistas, sino que demanda una acción seria y responsable por parte de los partidos. O sea, una alianza entre, al menos, los grandes partidos. Y ésta sólo puede llevarse a cabo en el País Vasco.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Camps y Garzón

Uno de cada cinco españoles se considera pobre, reza un informe de la Comisión Europea. Mientras tanto, en la actualidad nacional ha hecho acto de presencia el llamado caso Gürtel, y lo ha hecho mediante una serie de filtraciones al diario El País. Estas filtraciones se produjeron curiosamente en periodo electoral, acaso buscando que produjera resultados electorales catastróficos para el PP.
Francisco Camps dio una conferencia en Madrid, programada desde mucho antes, en la que aparte de afirmar que se paga los trajes, hizo alguna propuesta de interés, que, no obstante, tampoco es suya, puesto que recorre los medios desde que la crisis asomó la nariz. La propuesta consiste en que el gobierno central debería recuperar algunas competencias. Como entre esas competencias está Educación, podría haber dicho que si la hubiera tenido el gobierno central, no hubiera tenido lugar la tontería de dar Educación para la Ciudadanía en inglés. Conviene apuntar que Zaplana, cuyo patrimonio aumentó, según parece, de forma espectacular, hay que suponer que de forma lícita, y que, aparte de eso, hizo unos cuantos regalos envenenados a los valencianos, como Terra Mítica y la Academia Valenciana de la Lengua, debe de estar riéndose a gusto con los problemas que unos trajes causan a Camps.
Curiosamente, también ha salido a la luz que Baltasar Garzón ocultó al CGPJ el cobro de 203000 dólares, pese a que ocurrió años atrás. Alega el juez en su defensa que declaró hasta el último céntimo en Estados Unidos y que eso prueba su buena fe. Quizá, lo que realmente prueba eso es que Garzón cataloga como seria a la justicia de Estados Unidos y piensa que la de España permite pasteleos y hasta tomaduras de pelo. De hecho, no parece muy preocupado. No ha sufrido un ataque de estrés, como el de días atrás.
Visto lo que da de sí la política española, no es de extrañar que Zapatero piense en lo que ya sabemos.

martes, 10 de marzo de 2009

El vídeo más visto

Como era de esperar y quizá por mucho tiempo, el vídeo más visto es el que contiene el famoso lapsus de Zapatero. El presidente afirma que “para nada estaba pensando en eso” y por su parte Pedro J. dice que durante las cien horas que ha tenido de conversación con el presidente (¡toma ya, Sonsoles!), apenas le ha escuchado algún pequeño taco.
Lo que revela todo esto es que Zapatero habla mecánicamente, sin creer en lo que dice y, por tanto, la imaginación se le va por los cerros de Úbeda. Y merced a esto puede que este vídeo acabe por ser el más visto del mundo. Zapatero no puede creer en lo que dice porque cada día dice una cosa. Un día se queda sentado ante la bandera de los Estados Unidos y otro hace cola para envolverse con ella; un día suscribe el pacto del Tinell para arrinconar al PP y otro se propone pactar con él para formar gobierno en el País Vasco y, mientras tanto, mantiene el pacto con ERC en Cataluña.
De todo esto se desprenden dos cosas. La primera es que, como es habitual en nuestra clase política, lo único que le importa a Zapatero es el poder. Y la segunda es que la actual democracia española ya ha dado de sí todo lo que tenía que dar y conviene pasar cuanto antes a un estadio superior, en el que el poder lo tenga realmente el pueblo.
Habría que reinventar desde el principio todo el sistema democrático español, para que en el nuevo sistema los políticos tuvieran no sólo la certeza sino también la evidencia de que son servidores del pueblo, y no lo que se creen ahora que son.
Con la separación de poderes, los políticos tendrían que prestar más atención a lo que hacen y dicen, no para evitar los lapsus, sino para no tener que desdecirse después.

lunes, 9 de marzo de 2009

Carod-Rovira escribe

Escribió ayer Josep Lluis Carod Rovira –espero haberlo puesto bien- un artículo en El País, que tituló Economía de la responsabilidad. En primer lugar, no sé si se le puede preguntar a la responsabilidad por su economía, pero me temo que no.
Ahora bien, si se obvia el título y se pasa al contenido del artículo, casi todo él escrito en tono grave y solemne, y digo casi todo porque al final hay un toque demagógico contra las entidades bancarias. Pero lo que piensa el lector es que ese tono grave probablemente esconde una gran juerga, como ya se ha visto que ocurre en el caso de Zapatero, en el interior del articulista.
El tal artículo abunda en lugares comunes y obviedades y, como ya se ha dicho, lo remata con el ataque demagógico a los bancos. ¡Ojalá hubieran sido antes de la crisis la mitad de prudentes de lo que son ahora! Olvida Carod-Rovira el punto crucial de la cuestión, como es el hecho de que los principales culpables son los políticos, así que debería haber comenzado por disculparse; otro punto importantísimo es el derroche de los políticos, cosa que se ha callado. Estamos hipotecando a las generaciones venideras, en el intento de solucionar la crisis. Bien estaría que en lugar de ello las distintas Administraciones Públicas ahorrasen todo lo que pudiesen. Bien estaría, por ejemplo, que las Comunidades Autónomas devolvieran al Estado aquellas competencias que funcionan mejor si se centralizan, como la Sanidad, la Educación o la Justicia.
Más acertado que Carod-Rovira está Antonio Garrigues Walker, que en su artículo Es la hora, pide un pacto entre todos los partidos, aunque tampoco le falta su toque de vanidad: “pienso que fui el primero en proponerlo”, dice. ¿Primero que quién?
Pero el partido de Carod-Rovira no puede acceder a un pacto como ese.

domingo, 8 de marzo de 2009

Bibiana Aído y el aborto

No queda más remedio, por muy doloroso que resulte, que reconocer que nuestro presidente es un grandísimo irresponsable. Y lo es en todas y cada una de las cosas que hace o dice. Es cierto que algunas de las cosas que ha hecho están bien, pero es que es imposible hacerlo todo mal.
Hoy, Día de la Mujer, es un buen día para decir que el nombramiento de Bibiana Aído como ministra es una broma de muy mal gusto. Como en España está mal visto disentir y dado que Zapatero está de acuerdo con la demencial ley que permitirá que las menores de edad puedan abortar sin el consentimiento de sus padres, ningún ministro se ha atrevido a criticar la propuesta. Sin duda porque saben que hacerlo equivale a dimitir.
Cuando se habla del aborto conviene recordar que su aceptación social fue para Julián Marías una de las dos grandes catástrofes del siglo XX, en el que tantas hubo. El aborto no es algo irrelevante, sino una cuestión que conviene examinar con mucho cuidado. Es cierto que para algunas mujeres el hecho de quedarse embarazadas supone un problema irresoluble. No se le puede reprochar a una mujer que aborte si no se le habían proporcionado antes los medios para que pudiera sacar adelante a la criatura que esperaba, y conservar al mismo tiempo las expectativas que tenía antes de quedarse embarazada. Nuestra sociedad no es modélica y, por tanto, no puede exigir un comportamiento exacto a nadie.
Pero que se comprenda que algunas mujeres se ven abocadas a abortar, por puro instinto de supervivencia no significa que haya que olvidar que el embrión sea el menos culpable de todos los intervinientes y el más débil y desprotegido. Si se fomenta el egoísmo y se permite que el fuerte prevalezca sobre el débil, la sociedad lo acabará pagando.
Dice la ministra, refiriéndose a las menores de 18 años que pretendan abortar, que confía en la madurez, preparación y responsabilidad de los jóvenes españoles. Y no explica en qué se basa para suponer esa madurez generalizada en la juventud española. Puesto que no ha dicho que la madurez la demostrarían si decidieran contar no sólo con sus padres de ellas, sino también con el de la criatura que esperan, cabe pensar que se trata de una ley oportunista, creada para hacer ruido, desconcertar a todos y hacer olvidar la crisis, ésa que el gobierno no sabe manejar.