Dijo Antonio de Senillosa: Fraga lo sabe todo y no entiende nada, Suárez no sabe nada y lo entiende todo.
Fraga tenía como segundo de a bordo a Verstrynge sin entender que le estaba tomando el pelo, como era palpable para todo el mundo. Alfonso Guerra presumía de que sabía todos los pasos que iba a dar antes de que los diera. Finalmente, Fraga tuvo que abrir los ojos y Verstrynge, ya sin partido, llamó a la puerta del PSOE. No se la abrieron porque habría cantado mucho y se echó al monte.
Ahora su hija tiene algún cargo y da ruedas de prensa y la pregunta que surge tras las tonterías que dice es: ¿cómo ha llegado hasta ahí?
Está en un partido que se dice feminista pero cuyo líder se reconoce como macho alfa, guardó la tarjeta del móvil de una mujer, sin que ella lo supiera, ‘para protegerla’, puso un panfleto a su disposición que seguramente no merece la pena leer, y ella le ha perdonado lo de la tarjeta.
Se va viendo que en este partido feminista todas obedecen -al jefe el macho alfa- y él las va colocando gracias al poder que ha conseguido con su piquito de oro que no es oro, sino hojalata de la más basta. Nada de lo que dice se sostiene. Que haya gente que escucha con atención lo que dice es preocupante, porque muestra que hay una masa que, carente de nivel, da poder a quien no debe.
Ha colocado a otras tres, dos como ministras y una como vicepresidenta, ninguna de las cuales sirve para nada bueno, sino para derrochar el dinero que los trabajadores han ganado con el sudor de su frente, y para dictar leyes nocivas, quizá inconstitucionales y ponerse de parte de los delincuentes y en contra de los jueces.
Lilith ha incorporado el concepto ‘mamotreto’ al acervo cultural español, lo que quizá pueda explicar cómo ha llegado hasta ahí.
